Tesón y constancia para construir una ciudad mejor

El empresario Lorenzo García Blanco falleció ayer en León a los 92 años. Deja un vacío enorme. Fue un ejemplo de tesón y constancia, reconocido como Empresario del Año en 2009 por su dilatada trayectoria en el sector de la construcción, en el que empezó cuando apenas era un niño, desde abajo. Estaba jubilado, que no retirado, como a él le gustaba decir. Lorenzo García Blanco era un referente dentro de esa generación de constructores que impulsaron el desarrollo urbanístico de León.

«Empecé a los 14 años como peón, pujando calderetas, y fui aprendiendo hasta crear mi empresa», contaba él mismo. La fundó hace más de cuarenta años. Ahora la dirige Javier Vega Corrales, que continúa con su legado. Para el presidente de la Cámara de Comercio de León, Lorenzo era «más que familia». Todas las organizaciones patronales mostraron ayer su reconocimiento a la figura de Lorenzo García Blanco y trasladaron el pésame a la familia. En 2004 también recibió el Círculo de ORO.

Los que le conocían destacan de él su carácter emprendedor. Supo diversificar cuando llegó la crisis, de la que se «sale con esfuerzo y trabajo», afirmaba. Se implicó en proyectos de sectores como el sanitario y el hotelero.

Hoy tendrán lugar las exequias y misa funeral, a las once y media de la mañana, en la iglesia parroquial de Nuestra Señora del Mercado. Seguidamente su cuerpo será inhumado en el cementerio municipal de León.