Un testigo del crimen de La Torre dice que el acusado le amenazó con la navaja

Uno de los testigos citados en sede judicial en el marco de la investigación por el crimen de La Torre afirmó que el acusado le puso a él la navaja en el pecho unos instantes antes de que se produjera la puñalada mortal que acabó con la vida de la víctima, un joven cántabro de 19 años estudiante de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte (antiguo Inef) en la Universidad de León. Las declaraciones se produjeron en la nueva ronda de toma de testimonios decretada por la jueza, para seguir ahondando en la investigación por la muerte de un joven, apuñalado en la explanada del Lidl, junto a la zona del pabellón de La Torre, motivo por el que el investigado permanece en prisión.

La serie de declaraciones del lunes fue especialmente numerosa, se inició a primera hora de la mañana y concluyó bien entrada la tarde. La premisa básica sigue siendo la diferencia de criterios. Mientras el círculo que rodeaba al sospechoso insiste en que no recuerdan exactamente los hechos sucedidos y que se habían producido una serie de agresiones por parte del grupo de la víctima, los ofendidos reiteran una y otra vez que su actitud era pacífica y que el fallecido era un joven de costumbres normales, que no se metía nunca en líos.

La policía investiga también los motivos por el que los padres del joven acusado, residentes en la barriada de Eras de Renueva, modificaron la situación de sus pertenencias personales en la habitación antes de la llegada de la policía.

En su versión, los familiares alegan que el cuarto estaba muy desordenado y que tuvieron que tirar a la basura determinados objetos a los que no les dieron importancia. Algunos de ellos, según el informe policial, estaban relacionados con el teléfono del acusado.

Las investigaciones continúan por la vía de la toma de declaración de los jóvenes que estaban presentes en la zona de los hechos cuando ocurrió el crimen, el pasado día 16 de mayo. También han sido citados a declarar varios jóvenes que, aunque no estaban presentes directamente en el momento de los hechos, sí que aportan su descripción de lo que sucedió instantes antes, cuando surge la controversia entre la existencia de una pelea inicial, que podría haber desencadenado la segunda agresión o tratarse tan solo de una estrategia.

El parte hospitalario del supuesto autor de los hechos refleja que tenía una importante contusión en la nariz y heridas varias, señales inequívocas de la existencia de una agresión previa. No obstante, los allegados al fallecido señalaron que su actitud fue desafiante en todo momento y que se encaró con algunos otros jóvenes, a los que mostró una navaja de 15 centímetros de hoja que portaba y que fue hallada en casa del sospechoso a la mañana siguiente de los hechos.