Diario de León

Sucesos

La transexual asesinada en Avilés, una "musa del sexo" nómada

La víctima usaba el "sistema de plazas", como se llama al alquiler de habitaciones para servicios sexuales, y halló un trágico final

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La mujer transexual apuñalada en la calle La Cámara de Avilés, Paloma Barreto, de 38 años, era una conocida prostituta brasileña que recorría el país ofreciendo sus servicios, según informa La Nueva España. Mantenía además abiertos un sinfín de foros a modo de estrategia de marketing para captar clientes. Se presentaba como una diosa: “Si eres principiante te advierto que podrás engancharte a mí, seré tu musa”. La Policía Nacional detuvo ayer al presunto agresor en León. Los amigos de Paloma Barreto claman justicia y piden que el crimen sea considerado violencia de género. Porque a Paloma la llamaron Everton al nacer, pero ella se sentía mujer.

Barreto clasificaba a los hombres como amantes, clientes, admiradores o fans. Se sentía especial, y lo era, a juzgar por quienes compartieron con ella momentos de intimidad y lo comentaron en foros. Esta brasileña residía en Alicante, pero recorría España de punta a punta ofreciendo sus servicios sexuales. En algunas web se definía como “escort”, acompañante de lujo remunerada. Madrid, Orense, San Sebastián, Barcelona, Marbella… Tenía “llamadas” en casi toda la geografía peninsular. En Avilés le arrebataron la vida. Le asestaron al menos 15 puñaladas.

Su cuerpo, tantas veces fotografiado, se tiñó de sangrienta tragedia en un séptimo piso del número 62 de la calle de La Cámara, en el centro de la ciudad. Lo encontraron anteayer, pero llevaba al menos dos días yacente. En el mar de las redes sus anuncios siguieron actualizándose de manera automática: “Soy diferente a lo habitual. Tengo unos encantos especiales, soy educada y con clase”.

De su llegada a Avilés poco se sabe. Aunque algunos vecinos del barrio avilesino de Sabugo, cerca de donde ocurrió el trágico crimen, la conocían. Barreto se movía con el llamado “sistema de plazas”, como denominan las prostitutas al trabajo mediante alquiler de habitaciones en casas de citas, que les permite moverse por toda la geografía española. El piso de la calle de La Cámara donde Paloma Barreto fue asesinada tenía varias estancias, y la brasileña había alquilado una de las habitaciones hace unos días en compañía de un hombre, según ha podido saber este diario.

El cuerpo lo encontró el sábado a las cuatro de la tarde una mujer de la limpieza, que dio aviso a las fuerzas del orden. Todavía ayer seguían recabando pruebas mientras una forense realizaba la autopsia al cadáver de Paloma Barreto. El agresor se ensañó con la víctima a tenor de las primeras indagaciones. No se descarta un crimen pasional. Pero todas las líneas de investigación están abiertas. El detenido pasará presumiblemente a disposición judicial en las próximas horas.

Los amigos de Paloma Barreto mostraron su pesar en las redes sociales. Pasaron del “quién ha sido” al llanto, del miedo a la desolación. “Que ese asesino pague por lo que hizo”, escribía una allegada a Barreto. Otra agregaba: “Amiga, no te lo merecías. Tú, una persona tan buena, sin maldad, siempre dispuesta a ayudar a la gente. Que se haga justicia, esto no puede quedar impune”.

Desde algunos colectivos como Transformación, una asociación trans española, pidieron el apoyo de los feministas y del propio colectivo LGTBI para que la muerte de Paloma Barreto no caiga en el olvido. Xega, la red LGTBI de Equo, la Federación Plataforma Trans, Kaleide, Les Rudes, Apramp, 8M Avilés, Astursex y 8M Asturias condenaron el asesinato y exigieron al Gobierno regional la aprobación de la “Ley integral trans”. Advierten de que “la transfobia mata”.

La víctima usaba el "sistema de plazas", como se llama al alquiler de habitaciones para servicios sexuales, y halló un trágico final

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