Diario de León

Infraestructuras

El transporte devuelve el tráfico a niveles previos a la pandemia en la León-Astorga

La circulación de pesados crece un 15% por el peaje a pesar de que el Gobierno enterró el plan de desvío desde la N-120

Arcos del peaje de la León-Astorga, ayer tarde. FERNANDO OTERO

Arcos del peaje de la León-Astorga, ayer tarde. FERNANDO OTERO

León

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El peaje de la autopista León-Astorga se recompone a la par que la actividad económica; la arteria de alta capacidad, elemental para cohesionar el territorio leonés, recuperó hasta el primer trimestre de este año índices de circulación media diaria que no se registraban en la zona desde antes de que la pandemia apagara casi toda la luz.

Ahora, se ilumina con crecimientos porcentuales de tráfico que superan el 40% en el caso del segmento de ligeros y que se aproximan a porcentajes del 15% cuando se trata de circulación de vehículos pesados.

El transporte es el indicador para valorar nuevas perspectivas en este vial de pago, en el que descansan todas las perspectivas de desarrollo en el eje central de la provincia leonesa, por la transición con el oeste del territorio, y la proyección de crecimiento que se alimenta en torno a l enclave industrial de Villadangos; cada vez más notorio en la fluidez del tráfico que bascula hacia la AP-71.

La vía troncal

La intensidad media diaria se disparó hasta un 50% en la AP-71; el paso de camiones creció un 15%

El repunte de tráfico pesado, según los datos de los últimos registros que miden los valores de la intensidad media diaria del vial, colocan a la León-Astorga justo a mitad del movimiento total de tráfico pesado que alcanza la AP-66, como referente de la conexión con la cornisa cantábrica que confluye en medio de la asturleonesa. La marca casi iguala el techo de referencia de la autopista que conecta León con la capital maragata, que alcanzó su cota máxima por encima de los setecientos vehículos pasados por día en los últimos meses de aquel periodo de expansión económica que precedió a la gran crisis de finales de la primera década del siglo. Luego, la recesión, también en las cabinas del peaje leonés, con especial incidencia en los ejercicios sucesivos, hasta el leve repunte de 2018, que se agotó dos años después, con la irrupción de la pandemia.

Acuerdo olvidado

El plan para desviar tráfico desde la N-120 sigue en el limbo desde hace tres años

El crecimiento de tráfico en torno a los peajes de la León-Astorga ofrece un fenómeno curioso, porque el crecimiento se cimentó a pesar del abandono del plan de desvío de tráfico pesado de la N-120, en un plan que quedó definido hace tres años y se retiró del panel de prioridades cuando se acometió el cambio de Gobierno en 2018, tras aquella moción de censura que devolvió los ejecutivos socialistas a la Moncloa. Hace tres años que no se conocen detalles del convenio que se acercó entre administraciones para lograr liberar de presión las travesías urbanas de la carreteras Logroño-Vigo, a partir de un proyecto de bonificación de hasta el 75% del coste de las tarifas.

De acuerdo con aquel diseño de gestión de tráfico, hoy no debería de circular un camión por la vía convencional; pero no se ha cumplido ni uno de los objetivos de aquel plan de desvío que alentó esperanzas para la población que reside en las zonas residenciales que acordonan el área periurbana de la capital leonesa, especialmente en el municipio de Valverde de la Virgen.

El repunte de tráfico pesado en la León-Astorga aproxima la circulación media de esta autopista a los seiscientos cincuenta vehículos diarios en el tramo de pesados; el recuento total se acerca a los 3.800.

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