UGT advierte del «hastío» de los empleados del transporte sanitario por el bloqueo del convenio

El sindicato UGT critica el bloqueo del convenio colectivo del transporte sanitario en Castilla y León y la «poca sensibilidad» que han encontrado en la patronal en los dos últimos años. También advierte del «hastío» de los trabajadores, que asegura son los peor pagados de España y no han visto revalorizados sus salarios desde hace diez años.

Así lo señaló el responsable regional de acción sindical de la Federación de Empleados de Servicios Públicos (FeSP) de UGT en Castilla y León, Carlos Arenas; el secretario de Sanidad del sindicato, Miguel Holguín, y el responsable del sector de transporte en ambulancias de UGT, José María García Herrero, quienes incidieron en que después de dos años de negociación con la Asociación Regional de Empresarios de Ambulancias de Castilla y León (Aleca) se ha avanzado «poco·».

Valoran que la Junta también muestra escasa sensibilidad, ya que al final es quien paga a estas empresas para sufragar los gastos, incluidos los del personal, al tener el servicio subcontratado.

La negociación ya ha pasado varias veces por el Servicio de Relaciones Laborales (Serla) para la mediación, pero cuando parecía que había un inicio de acercamiento, se volvía de nuevo a la situación de total desacuerdo.

«Los trabajadores ya están muy cercanos al hastío de esta situación. No podemos esperar mucho más y si continúa enquistada, como parece que está, al final emprenderemos las acciones que la ley nos permite», afirmó Arenas, quien explicó que mantienen reuniones periódicas y que los sindicatos con representación en la negociación (UGT, CC OO y Csif) tienen una postura de planteamiento de una plataforma única entre las tres centrales.

El responsable sindical aclara que las diferencias hasta el momento han sido «abismales» y «no hay manera» de conseguir un acercamiento con la patronal de un sector que tiene más de 1.800 trabajadores que están una situación «realmente precaria».

A este respecto, Herrero aseguró que los trabajadores de Castilla y León se encuentran «a la cola» de España.