UPL exige inversión pública para soterrar las vías en Trobajo
La UPL de San Andrés del Rabanedo solicita una reunión urgente con la alcaldesa para recibir información «detalladamente» de la propuesta traída desde Madrid y estudiar la viabilidad del proyecto siempre bajo la defensa de un soterramiento sin medias tintas y en un periodo de tiempo cercano.
Camino Cabañas mantuvo un encuentro el pasado miércoles con la ministra de Transportes para transmitir al Ministerio de Transportes la solicitud de que se soterre el tren en Trobajo, en contra de ese plan en desarrollo que consiste en renovar las pasarles y los puentes que desde el siglo pasado lastran y condicionan el desarrollo de este núcleo urbano, que es el más poblado de todo cinturón urbano d ela capital leonesa.
A la vista de las referencias sobre la reunión mantenida esta semana en Madrid en el Ministerio de Transportes para abordar cómo acometer el soterramiento en San Andrés del Rabanedo, «desde UPL de San Andrés» no podemos dejar de mostrar nuestras dudas a la idea planteada por la Alcaldesa, la cual apuntó una solución basada en «ceder los terrenos de los talleres ferroviarios de La Sal para construir viviendas sociales con fondos europeos, y con los réditos que generen esas viviendas acometer los primeros metros de las vías hasta el puente de Trobajo».
Unión del Pueblo Leonés entiende que «lo deseable hubiera sido que la alcaldesa nos hubiera informado a todos los grupos políticos de su reunión con la ministra y no enterarnos por la prensa», pero quiere incidir en que «la propuesta presentada no es una solución ni a corto ni a medio plazo de un problema que debió ser ya solventado hace décadas y que parece estar condenado a demorarse infinitamente en el tiempo. El soterramiento en San Andrés debe ser ejecutado al igual que se ha hecho ya en otras poblaciones de España».
También se ha apuntado desde la formación leonesista que «desde UPL no se va a consentir el recorte de ningún metro de soterramiento que debe comprender desde el entronque con León hasta la calle Voluntario Ángel Soto». La presión política se une a la social y vecinal, que tiene en los viernes el punto de inflexión con pancartas y cacerolas.