Valladolid pide el soterramiento del tren para no aislar a los barrios, como en León
El ferrocarril estrangula el concepto de ciudad abierta comprometido hace años
Un grupo de vecinos de Valladolid ha registrado una plataforma para pedir el soterramiento del ferrocarril a su paso por la capital y presionar a las distintas administraciones para que «lleguen a un acuerdo» y hagan «un esfuerzo conjunto».
«Ante la permanente despoblación de la ciudad y el consiguiente deterioro económico, pensamos que el soterramiento puede ser un elemento fundamental para dar a nuestra ciudad un importante revulsivo tanto social, económico, industrial y turístico, eliminando una barrera que margina y segrega prácticamente a un tercio de la población», subraya la nueva plataforma en un comunicado remitido a Europa Press.
La plataforma defiende que con la construcción de los talleres y la finalización de la variante de mercancías se van a poner «las bases fundamentales» para poder acometer esta obra y considera que la propuesta de «integración ferroviaria» no resuelve los problemas de fondo y que «en ningún caso contribuirá a alcanzar los objetivos» pretendidos por esta organización.
«Es importante que se recupere el diálogo social y que los ciudadanos puedan contrastar opiniones con todas las administraciones y podamos conseguir la implicación de toda la ciudadanía y colectivos sociales para lo que estamos dispuestos a integrar o integrarnos en otros colectivos para lograr nuestro objetivo», añade el comunicado.
En este sentido, pide que sea el propio Ayuntamiento el que lidere esta iniciativa «cuyo único y fundamental objetivo es conseguir que Valladolid sea una ciudad más igualitaria, más acogedora y más dinámica».
La solución que piden vecinos de Valladolid es la misma que están reivindicando los afectados por las obras del semisoterramiento del ferrocarril en León y que, al igual que la solución que dio Fomento a esta ciudad, no supone un importante cambio para la nueva estructura de ciudad, puesto que no se trata de una integración urbana como tal. Pese a que el compromiso y objetivo de estas nuevas estaciones pasantes es hacer desaparecer las playas de hierro y las construcciones ferroviarias en desuso para que los barrios que están al otro lado de la ciudad no se vean aislados, como ha ocurrido durante décadas, los proyectos se han ido encogiendo con los años hasta el punto que ni siquiera Valladolid podrá hacer un gran negocio con las plusvalías por la venta de terrenos disponibles para viviendas. En León tampoco ocurrirá esta situación y son muchas las críticas vertidas sobre la valla construida en el entorno ferroviario que vuelve a dividir barrios y a estrangular un nuevo concepto de ciudad.