Diario de León

Área metropolitana

Los vecinos de La Pontona alertan del «tapón» del puente de San Juan de Dios

Los cuatro carriles desembocan en el paso estrecho de la Presa del Bernesga en su camino a San Andrés

El puente acaba en la Presa del Bernesga de la calle Jesús Nazareno. P.I.

El puente acaba en la Presa del Bernesga de la calle Jesús Nazareno. P.I.

León

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Una visita sobre el terreno deja claro el cuello de botella que atragantará el tráfico del puente de San Juan de Dios sobre las vías al desembocar en la calle Jesús Nazareno. Los vecinos de la zona, testigos de las obras que está acometiendo el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) para coser la fractura del tren en San Andrés del Rabanedo, ya han alertado tanto al gestor, como a la Junta y al Ayuntamiento del «caos» que, a su juicio, se producirá al intentar meter «por el ojo de una aguja» un hilo demasiado grueso de al menos 5.000 vehículos diarios.

El conflicto, según observan, se producirá cuando los turismos y camiones que transiten cómodamente por los cuatro futuros carriles del puente se encuentren con el estrechamiento de la Presa del Bernesga y un vial de dos carriles tras superar una rotonda que queda «demasiado» encajonada y posee la particularidad de estar en pendiente.

El desdoblamiento a cuatro carriles le costó «sudor y lágrimas» a la alcaldesa Camino Cabañas, con capote de la Junta, pero antes el puente se abrirá solo con los dos carriles que ya están ejecutados. Una apertura que igualmente provocará un «estrangulamiento conflictivo», según los vecinos, porque la idea de Adif es sacar por ese paso el tráfico que se interrumpirá en Trobajo para mejorar el puente del Lidl, lo que supone derivar más de 12.000 vehículos.

Hasta 12.000 vehículos

El paso acogerá el tráfico del puente de Trobajo junto al Lidl cuando este se cierre por las obras de mejora

Punto y aparte les merece también «la peligrosidad» de la zona para los viandantes y los ciclistas, según opinan. El puente ya dispone de una acera elevada más de un metro con carril bici asfaltado y bien separado del tráfico rodado por una valla en su costado derecho (en dirección San Andrés-San Ignacio de Loyola), pero cuando finaliza el puente, también se acaba la acera y el carril-bici. Quienes quieran llegar a Jesús Nazareno rumbo al Ayuntamiento o los que caminen por Jesús Nazareno hacia el puente para cruzar las vías «lo harán poniendo en riesgo su vida porque no hay espacio y sí habrá mucha circulación», valoran. Por eso el Ayuntamiento proyecta dar una solución al aprovechar la cuneta paralela a Mármoles Aldeiturriaga para encajar una acera que requeriría también un tramo de pasarela peatonal de diez metros para superar el agua de la Presa del Bernesga.

Una infraestructura hídrica «de la que ya tuve yo que sacar a numerosos conductores y hasta a una niña de comunión hace años porque esa curva siempre ha sido peligrosa», recuerda un lugareño. Precisamente su vivienda se sitúa en la confluencia de la curva de la nueva rotonda y la Presa.

No obstante, es realista y reconoce que «el jaleo de tráfico, de ruido y de polvo que vamos a pasar a tener con tanto tráfico es un problema mío que tendré que solucionar con doble acristalamiento o lo que sea, pero el cuello de botella que se va a producir al pasar de cuatro a dos carriles en una calle vieja es cuestión de las administraciones», señala.

Tras decenas de reuniones, este vecino ha logrado que, al menos, los operarios ejecuten una acera que llevará petriles delante de su casa para separar el carril de la rotonda de la vivienda y evitar que los vehículos que puedan despistarse o patinen acaben en el salón del chalet al frenarlos la valla.

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