Los vendedores del rastro se movilizarán si se recortan los puestos a sólo un 30%

Al Ayuntamiento de León se le abre un nuevo frente con los vendedores ambulantes de la ciudad. Si días atrás el conflicto fue con los comerciantes del mercado de Colón por su traslado —llegaron incluso a concentrarse en la plaza de San Marcelo— ahora las hostilidades vienen con los del rastro de los domingos también en Papalaguinda pero en su caso por las restricciones municipales al número de puestos a instalar en su vuelta a la actividad. Una vuelta que presumiblemente podría producirse el próximo domingo. El equipo de gobierno pretende que solo puedan abrir un 30% de los cerca de 430 puestos que funcionan normalmente un domingo cualquiera en esta zona. «Con un 30% sólo podrían estar 128 puestos y eso no lo vamos aceptar de ninguna manera», subrayó ayer tajante, Ricardo Torres, presidente de la Asociación de Comerciantes Ambulantes de León. En condiciones normales en el rastro de León funcionan unos 430 puestos

Los vendedores consideran del todo punto insuficiente este porcentaje de puestos. Y aseguran no entender el recorte que plantea el Ayuntamiento cuando este tipo de mercadillos funcionan en otras ciudades al cien por cien o en porcentajes significativamente elevados. «En Astorga, La Bañeza, Benavente o Medina de Rioseco el mercado está funcionando al cien por cien y en Guardo al 75%. Y no hay problemas», explicó Torres en este sentido.

El colectivo de comerciantes tiene previsto mantener esta semana una reunión esta semana con la concejala, Susana Travesí, responsable de Promoción Económica y Comerci en el Ayuntamiento de León para tratar de encontrar una solución que desactive este conflicto. «Nosotros ya hemos cedido, porque pedíamos el cien por cien de los puestos cediendo incluso parte de nuestro espacio y estamos dispuestos a aceptar al menos un 50%; esperamos que nos escuchen porque nosotros vamos a pelear como poco por ese 50%».

Si el Ayuntamiento no cede en su postura inicial, los comerciantes aseguran que emprenderán acciones de protesta. «Si tras esa reunión no avanzamos ni conseguimos nada, convocaremos a la gente a las medidas de presión que sean necesarias, pero siempre pacíficamente y dentro de la ley», anunció Torres. «La zona del paseo de Papalaguinda es un espacio amplio y ancho por lo que creemos que no habría problemas sanitarios para que funcionen el 50% de los puestos, eso permitiría a todos aprovechar al menos dos domingos al mes», dijo, para añadir que después de más de tres meses sin actividad y sin ningún ingreso hay muchas familias muy necesitadas que precisan volver a trabajar cuanto antes.