Diario de León

Alfoz

Villabalter cortará en enero el camino de unión a Azadinos

El Concejo decide bloquear el paso de turismos en una senda que evita cuatro kilómetros de rodeo

León

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El ‘pique’ que se prolonga desde hace once años entre Villabalter y Azadinos por la culminación del arreglo de un camino está a punto de recrudecerse. Se trata de una senda de tierra de 800 metros, prolongación de un vial del municipio de Sariegos ya asfaltado, que acorta sustancialmente el paso entre las dos localidades vecinas, pero cuya mejora se ha encontrado con la férrea oposición de gran parte de los habitantes de Villabalter, porque aumentaría «mucho» el tráfico por el pueblo.

Es más, a principios de año están dispuestos a cerrar el camino y cortar el paso de vehículos para abortar de una vez por todas los intentos de convertir la senda en una carretera de unión. Así lo decidieron en Concejo el pasado 9 de noviembre, como respuesta a una recogida de firmas promovida por el Ayuntamiento de San Andrés del Rabanedo a favor de asfaltar el tramo. «El equipo de Gobierno se debió poner de acuerdo con el de Sariegos para impulsar el arreglo y propusieron una recogida de firmas que avalara los trabajos, pero los que firmaron no eran gente del pueblo, sino de fuera, y las presentaron en el Ayuntamiento sin contar conmigo», indica el pedáneo de Villabalter, Jesús Cuenco.

El paso siguiente fue reclamar el listado «para saber cuántos sí y cuántos no, pero no me lo facilitaron, y decidí convocar un Concejo», recuerda. A la cita «acudieron los «vecinos en tropel, lo hicimos en las viejas escuelas y tuvimos que abrir las ventanas para que escucharan los que se habían quedado fuera», matiza. La decisión mayoritaria: cortar el camino y convertirlo en una mini senda peatonal y para bicicletas. «Lo solucionamos con una máquinas en dos o tres días», calcula.

La tirantez entre ambas localidades comenzó en 2008, cuando Azadinos solicitó 70.000 euros de los remanentes de la Diputación para asfaltar el denominado camino a Villabalter. Las máquinas llegaron, pero sólo pudieron hormigonar el tramo de unos 700 metros perteneciente a su propio municipio. La entrada a la frontera de San Andrés del Rabanedo quedó prohibida, porque parte de sus vecinos no vieron con buenos ojos que pudiera aumentar la circulación de vehículos. El camino termina junto a un bar muy frecuentado y en una curva cerrada. De hecho, esa franja, que es la que quieren ahora cortar, continúa con un firme de tierra, piedras y socavones. Para agregar más sal a la historia, Villabalter decidió colocar un poste señalizador del pueblo, con letras de hierro, casi al tiempo que comenzaban hace once años los trabajos. El palo de una vieja farola se eleva más de tres metros y marca desde entonces la muria de separación con Azadinos.

Algunos residentes tomaron ese gesto como una provocación y respondieron con otro poste más modesto, que indica el punto en el que arranca el término municipal de Sariegos y que ha sido derribado varias veces. Con buen y mal firme, lo cierto es que la senda de un kilómetro entre ambas localidades es bastante transitada por los vecinos de los dos pueblos, porque evita rodeos entre municipios de 4 kilómetros. Alivia la carretera de Caboalles que está muy saturada y posee cunetas de dos metros.

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