Wacker inicia la producción en Antibióticos en el mes de julio con una previsión de más de mil toneladas al año

Tras una inversión de 30 millones de euros, Wacker Biosolutions comenzará en el mes de julio la producción anual de más de mil toneladas de L-cistina en las dos instalaciones que la empresa alemana adquirió en el año 2016 a Antibióticos y cuyas obras están a punto de finalizar. El director general de la empresa en León, Juan Francisco López Ortiz, asegura que la puesta en marcha de ambas plantas requerirá de la contratación de al menos diez profesionales más, que se unirán a una plantilla que ya consta de treinta personas. Los perfiles se focalizan en especialistas en microbiología, ingenieros, operarios cualificados en planta de fermentación y operarios de planta química.

El responsable de Wacker Biosolutions precisa que si bien durante este periodo la producción se destinará a la propia empresa, a medio plazo el proyecto estratégico es fabricar para otras compañías, con las que ya se negocia mantienen contactos, lo que permitirá, además, aumentar la inversión. Por ello, Juan Francisco López Ortiz no descarta incrementar las contrataciones: “En la medida en que sigamos desarrollando otros proyectos con más clientes, por supuesto que serán necesarias más inversiones”, destaca.

López Ortiz deja claro que Wacker, una empresa alemana con 13.800 trabajadores en tres continentes, ha llegado a Léon “para quedarse”. “Es un compromiso de permanencia a largo plazo”, subraya López Ortiz, que precisa que una de las  peculiaridades de la subsidiaria de Wacker Chemie AG en Léon es que no depende del mercado para la producción: “No asumimos un riesgo”.

En recinto fabril de Antibióticos, Wacker dispone de dos naves, una de fermentación, con una superficie de 900 metros cuadrados, y otra de recovery, donde se desarrollan en la actualidad las obras, y que tiene unas dimensiones de 800 metros cuadrados. Juan Francisco López Ortiz afirma que hay sitio para seguir creciendo y que, en el medio plazo, podrían adaptar otra de las plantas de que dispone con destino a la producción para terceros. “Mire, la decisión de Wacker de desembarcar en León obedece a motivos estratégicos basados en dotar a la compañía de capacidad de fermentación por el crecimiento de la demanda a nivel mundial y con el fin de desarrollar otros productos biotecnológicos”, sostiene el director general, que añade que una de las cualidades de Antobióticos para ser elegida por Wacker fue el hecho de que la planta ya era operativa. “Además, compartimos con Antibióticos las infraestructuras a nivel de utilities”, precisa.

Wacker Biosolutions produce cisteína a través de un proceso novedoso a través de la fermentación del microorganismo el E.Coli mediante el uso de fuentes naturales. A partir de ahí, se obtiene un caldo de fermentación que contiene el producto que finalmente se aislará. El producto, una vez transformado en cisteína, no sólo se usa en el desarrollo de saborizantes sino que logra interactuar con el gluten para favorecer el proceso de amasado para productos de repostería y pastas.