Diario de León

PLENO PROVINCIAL. EL NUEVO PULMÓN DE LEÓN

Un zoo sin animales cautivos

La Diputación ‘blinda’ ambientalmente el Monte San Isidro, un ecosistema único en el entorno metropolitano que alberga una docena de especies de mamíferos, 50 de aves y cinco de reptiles. Un hábitat singular, un bosque isla, a sólo cuatro kilómetros del centro de la capital que se convierte en Zona de Natural Esparcimiento y abre su ecosistema al disfrute de todos los ciudadanos. El Monte San Isidro esconde entre sus miles de árboles tesoros de flora y fauna; un privilegio.

Publicado por
A.G.P. / M. R. | león
León

Creado:

Actualizado:

El reputado biólogo Francisco Purroy define el Monte de San Isidro como «un bosque isla» de gran trascendencia ambiental. «Está rodeado de zonas abiertas que permiten la entrada y salida de fauna», explicó ayer. El mismo día en que la Diputación convirtió —con el apoyo unánime de toda la Corporación en el Pleno— esta gran masa arbórea, situada a cuatro kilómetros del centro de la capital, en un espacio de uso público para su transformacón en Zona de Natural Esparcimiento.

La singularidad del Monte San Isidro descrita por Purroy propicia, por ejemplo, que el águila culebrera, el águila calzada o rapaces de envergadura utilicen el espacio urbano, ahora blindado ambientalmente por la Diputación, como zona de anidamiento. «Estas especies campean en lugares muy lejanos, pero sus nidos están en el corazón de San Isidro», revela el biólogo.

Purroy ha empleado muchas horas con sus alumnos de Biología en la Universidad de León en elaborar trabajos ecológicos, taxonómicos o faunísticos de la zona, la mayor parte orientados a los vertebrados y a determinada vegetación.

La comunidad científica se ha centrado en el corazón del parque y fruto de estos trabajos han surgido varias líneas de investigación en el curso de doctorado de Biología Animal y Vegetal, enfocadas, entre otros campos, a la producción de hongos en parcelas del Monte San Isidro —fue dirigida por Arsenio Terrón Alfonso— y en el análisis de la biodiversidad vegetal como base para una valoración naturalística (Raquel Alonso Redondo).

El inventario provisional del Monte San Isidro cataloga siete especies de insectos, cinco de reptiles, más de 50 aves y una docena de mamíferos; el primero de ellos, el ‘homo sapiens’. Además, se han clasificado más de 70 especies de flora. Los estudios científicos han sido constantes desde hace años en este entorno, aunque los biólogos advierten de que la lista de especies animales estudiada está muy sesgada porque casi siempre se tiende a estudiar «fauna estrella». Sin embargo, sostienen que abundan numerosos animales menos visibles y quizá menos emblemáticos, pero con un gran potencial como bioindicadores del estado de conservación de localidades o de formaciones vegetales.

Los investigadores diferencian dos zonas dentro del Monte San Isidro: el parque y el monte. En el primer caso, la vegetación potencial está alterada por la zona de recreo, de manera que el bosque climático de melojos y quejigos se encuentra en gran parte adehesado. Se destaca en el inventario la presencia de encinas de gran porte y en menor número que los robles. Esta es la vegetación de, al menos, la mitad del parque, concretamente la de la zona que limita con la carretera de acceso. En opinión de Francisco Purroy, el futuro proyecto de reordenación y zonificación del parque debería respetar dos zonas bien diferenciadas: la que ya está humanizada y el corazón del monte, extraordinariamente bien conservado teniendo en cuenta el área metropolitana en la que se encuentra. El espacio más interno no ha sufrido tanto la acción antrópica.

tracking