
Hace una semana, un chico recogió en la calle una gata herida. Parecía que se había caído de una ventana pero no. En realidad había sido pateada. Su maltratador le ha roto la cadera y cómo estaba preñada, los bebés murieron. Uno de ellos se quedó atascado en una hernia y le ha provocado una garve lesión. A consecuencia de la paliza, ha sido operada tres veces y le han tenido que amputar una pata.
Sucedió en la Avenida la Martina de Ponferrada. La protectora Peludines sin suerte pide ayuda a quienes haya sido testigos. Quieren presentar una denuncia en el juzgado. “No sabemos cómo puede existir gente así”, dicen desde las redes los responsables de la protectora.

No es el único caso para el que piden colaboración ciudadana. Hace una semana, una voluntaria de esta protectora de animales de Ponferrada, recibió un aviso de un gato herido cerca de una colonia de ferales que cuida. Allí estaba, con la boca deshecha. En el veterinario descubrieron mucho mas: había sido brutalmente maltratado. Tiene una pata rota por un palazo, el cuerpo lleno de perdigones, tiña, sarna, anemia, pulgas, garrapatas, lombrices... el golpe le ha dañado al menos seis dientes, con una fuerte infección. En Peludines sin suerte no se explican cómo está vivo.
Buscan acogida para ellos (la asociación se hace cargo de todos los gastos) y, sobre todo, que se compartan estas dos historias para localizar a los maltratadores de gatos.
Cualquier información: telumasdream@gmail.com
