
El 3 de febrero de 2017, F. y A. se conocieron en un pub del Húmedo. Comenzaron a hablar entre ellos y en un momento determinado ambos abandonaron el local besándose y agarrados de la mano hasta el portal del edificio donde residía el acusado. Entraron en el mismo y permanecieron en su interior, llegando a subir en el ascensor y volviendo a bajar de nuevo al recibidor, donde tuvo lugar un encuentro o relación sexual entre ambos, incluyendo penetración vaginal. Sin embargo, no está suficientemente acreditado que el acusado utilizase violencia o intimidación para efectuar dicho acto sexual. Ella relató esa misma madrugada y al día siguiente a sus amigos que había sido forzada y, por la tarde, acudió con dos amigas a denunciarlo a la Policía Nacional, que la remitieron primero al Hospital, donde fue reconocida por la forense. La doctora no halló lesiones genitales internas ni externas, según la sentencia conocida ayer.