Audi Q8 e-tron. Más lejos…
Del RS Q e-tron al Q8 e-tron… y viceversa.
JAVIER FERNÁNDEZ
Nueva imagen… de marca. En una suerte de estrategia «electro-emocional», el fabricante de los ‘Cuatro Aros’ avanza un paso más en la electrificación: conducción optimizada, aerodinámica mejorada y una mayor potencia de carga, que la traduce Audi en prácticamente 600 kilómetros sin necesidad de visitar… la ‘electrolinera’.
Desde el lanzamiento del e-tron, hace casi cuatro años, la marca ha seguido un sistemático rutómetro en su estrategia de electrificación, que devendrá, en 2026, en una exclusiva oferta de modelos con propulsión total y exclusivamente eléctrica.
El nuevo Q8 e-tron se ofrece en dos arquitecturas de carrocería: el clásico SUV y el Sportback, combinación de habitabilidad con la elegante silueta coupé: 4,91 metros de largo y 1,93 de ancho; mientras las variantes más deportivas, SQ8 e-tron y SQ8 Sportback e-tron, son un par de milímetros más bajas y 39 más anchas.
Los 2,92 metros de batalla, se traducen en un generoso espacio para los ocupantes de las plazas traseras. La capacidad del maletero alcanza 569 litros en el SUV y 529 en el Sportback; ambos cuentan con 62 litros adicionales de almacenamiento bajo el capó delantero.
Nuevo diseño, nueva denominación… nueva identidad. Toda una declaración de intenciones, la de apellidar Q8 a su ‘enchufado’ buque insignia, identificable, al primer golpe de vista, como un modelo superior entre los SUV y los crossover de la marca, a la vez que se remarca su condición de vehículo eléctrico: su nuevo diseño frontal y zaguero, inaugura la también novedosa identidad corporativa del fabricante… diseño bidimensional de los cuatro aros.
Como también es nueva la grafía, situada en el pilar central, que se utiliza para el nombre del modelo; incluso para que el nuevo logo cobre aún mayor protagonismo en el frontal, se ofrece opcionalmente una parrilla ‘Singleframe’ luminosa, que acaba por realzar los cuatro aros.
La propulsión eléctrica, como la tracción a las cuatro ruedas, está presente en las tres carrocerías: el Q8 50 e-tron cuenta con dos motores, uno en cada eje, que generan 335 CV de potencia total con ‘boost’, traducidos en 486 kilómetros de autonomía para el SUV y 501 para el Sporback.
También con dos motores, la potencia del Q8 55 e-tron alcanza los 402 CV (200 autolimitados por hora de punta), 575 kilómetros de autonomía en el SUV y 595 en el Sportback.
Las versiones tope de la gama e-tron, SQ8 y SQ8 Sportback, propulsadas por tres motores, rinden 496 CV (210 autolimitados por hora de punta), con 465 kilómetros de autonomía para el SUV y 483 para el Sportback.
El sistema de suspensión neumática, con amortiguadores controlados electrónicamente, varía la altura libre al suelo del coche hasta en 76 milímetros, dependiendo de la situación de conducción, a la vez que se ha optimizado la dinámica lateral, especialmente en curvas cerradas por la dirección progresiva (desmultiplicación más directa).
La aerodinámica es otro de los puntos clave del Q8: disminución de 0,26 a 0,24 en el Sportback y de 0,28 a 0,27 en el SUV; consecuencia de los alerones montados en los bajos de la carrocería, que conducen el flujo de aire alrededor de las ruedas; a la vez que se ha ampliado el tamaño de los ‘spoiler’ delanteros, mientras las lamas eléctricas de la parrilla frontal cierran automáticamente la entrada de aire hacia el radiador, optimizando aún más la entrada de aire y evitando así indeseables pérdidas aerodinámicas.
Para redondear, el nuevo Q8 e-tron dispone de cinco sensores de radar, cinco cámaras y una docena de sensores de ultrasonido que proporcionan informaciones útiles del entrono del coche en las maniobras de estacionamiento.
El lujoso interior es otra de las bazas que juega el Q8 e-tron, con la adopción opcional de un techo panorámico se cristal dividido en dos partes, que refuerza la amplitud del habitáculo presidido por dos generosas pantallas de alta resolución: la superior de 10,1 pulgadas y la inferior de 8,6 pulgadas, que sustituyen a la mayoría de interruptores y mandos convencionales con, además, un rápido manejo: cuando el conductor activa una función —un mínimo gesto de la mano—, el sistema emite una conformación háptica —ciencia del tacto— y acústica. Además del manejo a través de ambas pantallas táctiles, pueden activarse diversas funciones mediante control de voz, con reconocimiento de lenguaje natural.
Un concepto de visualización que se complementa con el ‘virtual cockpit’ de alta resolución y gráficos específicos, que muestran informaciones relativas a la conducción y rendimiento de la recarga eléctrica, autonomía incluida; opcionalmente, también puede instalarse el ‘head-up display’, que proyecta los datos de la instrumentación sobre el parabrisas.
Audi lanzará el Q8 e-tron a finales de febrero, la versión ‘Avanced’ de entrada para el mercado español, tiene un precio de 84.610 euros (e-tron 50) y de 94.610 euros para el superior e-tron 55. Las versiones Sportback tiene un sobreprecio de 2.500 euros, a igualdad de motorización y equipamiento con respecto a la carrocería SUV.
En opción, pueden solicitarse los paquetes ‘Confort’ (5.980 euros), ‘Premium’ (sólo en acabado S Line) por 9.020 euros y ‘Black’ (con llantas Audi Sport de 21 pulgadas), con un precio de 2.510 euros.