Born. Los sonidos… ‘del silencio’

JAVIER F. ZARDÓN

Soniquete… eléctrico. Para nadie es un secreto que los coches eléctricos… no suenan; pierden —tampoco es ningún secreto— parte —cuando no todo— del histórico encanto de los modelos con motor de combustión.

Si los tiempos cambian —¿para bien?—, también lo hace —cambiar— la percepción de sensaciones.

«Lograr un todo que vaya más allá de la suma de las partes»; esta ha sido la premisa de Cupra para el sonido del Born, una suerte de universo sensorial en el que se han empeñado ingenieros y diseñadores.

Si, en una melodía, los compositores combinan las notas buscando transmitir una emoción, tal cual los ingenieros ‘auto-eléctricos’ han combinado el crujir de la madera, el roce de unas piedras entre sí o el paso del viento por la superficie de una pieza de cobre… también eso puede ser arte.

El diseño d Cupra, no se inspira tanto en la naturaleza cuanto en su más cruda y auténtica realidad: piedras, madera, minerales; inspiración que ha determinado el diseño, los materiales y los colores, aunque también su sonido: «Hemos creado una experiencia holística, donde todo cuenta una misma historia», asegura Francesca Sangalli, responsable del equipo ‘Color&Trim’ de Cupra.

Así, emociones que se escuchan, los resonantes ingenieros de Cupra han aplicado innovadoras tecnologías a la búsqueda de esas emociones; si las notas estaban decididas, había que escribir con ellas la partitura: «Un proceso fascinante y totalmente novedoso, creemos que el resultado también lo será para el conductor y para quienes lo oigan a su paso», sostiene Adrián Mateo, ingeniero de sonido en Cupra.

Tal como ocurre en el hábitat natural, el sonido eléctrico de Cupra no es estático, también se transforma… y evoluciona en cada momento de la conducción y sus aceleraciones.

«Hemos logrado —así lo cree Sangalli— tonos metálicos, sin ser fríos, combinados con la calidez de la madera, más calmada y suave. Y luego está el cobre, que genera mucha luz. Una experiencia muy bien orquestada.

Puede que no resuenen mal, la ‘piedrinas’; pero… ¿qué me dicen de una ‘sinfonía’ V12?