Diario de León

Citroën 2CV Charleston. ¡Bendita locura!

Abrochó, en julio de 1990, toda la producción del 2CV Series especiales, como los nombres que tuvo el icónico 2CV. Hace 40 años, en 1980, Citroën lanzaba 8.000 unidades… del Charleston, con tanto éxito que acabó convirtiéndose en una versión ‘normal’ de gama a partir de julio de 1981 y hasta el fin de la producción total del 2CV.

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Faros… redondos. ¡’ChaaChaann! Charleston: «para satisfacer a los puristas del 2CV, los faros son redondos y con la cubierta en rojo»; así rezaba el comunicado de prensa de la época.

‘Chic’ y sin complejos —¿alguna vez los ha tenido el ‘chevron’?—, el 2CV 6 Charleston respondía a la definición más elevada de equipamiento —también de potencia, 29 CV— jamás vista entonces en un 2CV; además, después del Spot (1976), nuestro protagonista también respondía a la nueva moda de las series especiales.

Tomando como base el acabado ‘Club’, el Charleston se diferenciaba por una tapicería específica ‘Pata de gallo’, y por sus faros redondos —herencia 2CV Spécial— que, en la versión de gran serie, se adoptaron cromados, además de la tapicería gris adornada con rombos.

Inicialmente propuesto en Rojo Delage y Negro, el Charleston también se pintaría en Amarillo Hélios y Negro (1983) y, finalmente, en dos tonos de gris: Gris Nocturne y Gris Cormoran (el de nuestra fotografía ‘Tejuelo’).

JFZ

Hasta el ‘último momento’ (1988), la planta portuguesa de Mangualde mantuvo el Charleston en su línea de montaje, cuyos modelos se identificaban por el ‘logo’ del cristalero español ‘Covina’ en sus lunas.

‘Día D’, ‘Hora H’: 27 de julio de 1990 a las 16,30h., el último 2CV (modelo que también se produjo en Vigo) abandonaba Mangualde… era un Charleston Gris Nocturne y Gris Cormoran, último de la saga, la unidad 5.114.969… para que conste.

Si el 2CV es un icono del automóvil, nexo de unión para miles de coleccionistas, el Charleston contribuyó —definitivamente— a ese éxito en los últimos diez años de producción.

Hoy, por una unidad de serie limitada original, en ‘orden de marcha’ y buen estado, pueden pagarse alrededor de 14.500 euros, y en torno a 10.500 si se trata de una versión de gran serie.

Divertido como el ritmo del que toma su nombre, singular hasta el extremo… de sus faros redondos, el Charleston marcó una época en los catálogos del 2CV. ¡Bendita locura!

JFZ

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