Homenaje a la practicidad

Del poco conocido Skoda 1203… a nuestros días. La única furgoneta producida por Skoda, jugó un importante papel en la vida de la antigua Checoslovaquia: ambulancia, minibús, furgoneta, camión; motor OHV de 38 CV, más de 30 años en catálogo y 70.000 unidades en su haber productivo en la planta de Vrchlabi —hasta 1981— cunado se trasladó la producción a Trnava (Eslovaquia) donde siguió fabricándose hasta bien entrados los años 90.

La moderna reinterpretación de un vehículo con tanta historia, la firma Daniel Hájek, un joven diseñador checo que ha querido modernizarlo no sólo en diseño, también conceptualmente; así que, su visión del 1203 resulta ser la de una furgoneta camper, como sentido homenaje al antecesor encarando, a la vez, los modernos valores de la actual Skoda.

El 1203 ‘moderno’, basado en la plataforma del Transporter (Grupo VW) y que también puede platearse como vehículo eléctrico, trasladando el ‘antiguo’ diseño a la furgoneta del siglo XXI: estética de ‘doble pico’, como describe el diseñador los prominentes bordes del techo y la parrilla frontal, aunque con líneas más nítidas de las que mostraba el redondeado 1203 original. La zaga —entonces relativamente estrecha— fue el aspecto más complejo del nuevo diseño, habida cuenta que los coches modernos son mucho más amplios, por lo que la furgoneta ha sido ‘visualmente ampliada’ por las líneas horizontales. Los laterales inclinados, y el techo relativamente estrecho, rinden homenaje al esbelto marco del vehículo de 1968.

El interior está dominado por un minimalista salpicadero, con una distintiva articulación horizontal, además de un volante horizontal de dos radios. También la estantería cuenta con un espacio de almacenamiento retráctil, mientras el salpicadero sólo cuenta con una pequeña pantalla de información situada detrás del volante, junto a las salidas de ventilación y, en el lado del acompañante, la pantalla se ha reemplazado por una placa con el nombre del modelo.