Diario de León

Lancia. Flaminia… Presidenziale

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León

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J. F. Z.

Elegancia… atemporal. Los 115 años de gloriosa historia en Lancia, representados en seis décadas del Lancia Flaminia «335»: elegancia, estilo italiano, ingeniosas innovaciones… diseño atemporal.

Fundada en Turín —27 de noviembre de 1906— por Vincenzo Lancia y Claudio Fogolin, empleados de Fiat y apasionados del automóvil; tanto, como que uno de los dos fundadores, Vincenzo, ya era entonces bien conocido por sus éxitos deportivos al volante de coches Fiat.

Un par de años después de su fundación (1908), la marca debutaría con su primer automóvil, el Lancia 12 HP, nada convencional para su época: chasis bajo y ligero, con eje de transmisión en lugar de cadenas, que lo convertiría rápidamente en todo un éxito: 100 unidades vendidas, cifra tampoco nada convencional en su momento.

Una fama que Lancia comenzó a consolidar al término de la Gran Guerra, merced a los Lambda, Augusta y Aprilia.

Tras la II Guerra Mundial, el Aurelia de 1950 supuso todo un ‘bombazo’ para la marca: primer automóvil —de calle— en el mundo con motor V6 que, merced a sus abultados triunfos en competición, llevaría a Gianni Lancia (hijo de Vincenzo) a la creación de un departamento de carreras, nacía… la Scuderia Lancia.

En 1956, Lancia comenzaba la producción de coches de alta gama, auténticos iconos en los 60: Flaminia y Flavio pionero, éste último, con motor y tracción delantera en la automoción transalpina.

A principios de los setenta, revive la Scuderia Lancia, ‘insultantemente’ dominadora en rallyes durante más de dos décadas: Stratos, 037, S4 y Delta.

Lancia… en el Olimpo: 15 Campeonatos del Mundo de Rallyes, 3 Mundiales de Constructores y de Resistencia, una Mille Miglia, dos Targa Florio y una Carrera Panamericana.

Más allá de los éxitos deportivos, en 1985 debutada —Salón de Ginebra— el utilitario Y10, modelo que revolucionaría el concepto de coche urbano, que pronto se convertiría en un modelo de gran éxito: 4 generaciones, más de 35 series especiales y líder de su segmento en Italia; así, el Ypsilon puede presumir de ser el Lancia más longevo —y vendido— de la historia de la marca: 3 millones de unidades vendidos.

¿Y el Flaminia Presidenziale? Pues, nuestro protagonista, que pisaba la ‘alfombra roja’ del Salón de Ginebra en 1957, convirtiéndose en todo un buque insignia alto de gama: motor V6 de 2.5 litros y lujosos acabados interiores.

Inmediatamente mejorado con series especiales, firmadas por prestigiosos carroceros, en 1961… Pinin Farina llamaba a la puerta ‘a bordo’ de una versión descapotable presidencial «335», indicando su alargada batalla (distancia entre ejes) que, como fácilmente puede suponerse, propiciaba un generoso habitáculo.

El presidente Giovanni Gronchi lo utilizaba por primera vez coincidiendo con la visita a Italia de la reina británica Isabel II.

Pocos meses después, se fabricarían cuatro unidades ‘bautizadas’, siguiendo con la tradición, con el nombre de los caballos pura sangre de las antiguas caballerizas papales, las ‘Scuderie del Quirinale’: Belfiore, Belmonte, Belvedere y Belsito.

Belfiore, Belmonte y Belvedere ‘vestían’ carrocería descapotable, con capota de lona rígida plegable, mientras que el último, Belsito, incorporaba una capota de lona blanda sobre el asiento del conductor, sin posibilidad de apertura.

Pintados en el emblemático ‘Azul Medianoche’, todos estos modelos incluían tapicería de piel negra ‘Connolly’, un intercomunicador para hablar con el conductor y espacio para cinco pasajeros en un gran banco trasero con, además, dos asientos abatibles suplementarios.

Habitualmente utilizados en las visitas de los principales de jefes de estado, como John F. Kennedy o Charles de Gaulle, y en las celebraciones del centenario de la Unificación Italiana; los automóviles se sometieron, en 2001, a una cuidadosa restauración; dos de los ejemplares se mantiene actualmente en el parque móvil de la ‘Scuderie del Quirinale’: Belfiore y Belvedere, que siguen utilizándose en las grandes ocasiones por el presidente italiano y los más altos funcionarios del país.

El Belsito puede verse en el Museo Histórico de la Motorización Militar de Roma, mientras que, desde 2001, el Belmonte se exhibe en el Museo Nacional del Automóvil de Turín.

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