Lexus LS 500h. Diseño… en el tiempo

JAVIER F. ZARDÓN

Escena… efímera. Valores tradicionales inspirados en el concepto clásico de belleza según los cánones nipones, que cambia de un momento a otro, a medida que pasa el tiempo y evoluciona el entorno.

Partiendo de esa premisa, el equipo de diseño de Lexus escogió como tema, una escena del reflejo de la luna sobre las olas, para coordinar el interior y el exterior del coche», comenta Toshio Asahi, ingeniero jefe del LS.

Desde 2003, Lexus no ha dejado de investigar nuevos colores exteriores, centrándose en innovadoras tecnologías de pintura hasta conseguir un aspecto cada vez más brillante.

El nuevo LS es un ejemplo de esta búsqueda: la tonalidad ‘Lunar Silver’ (plata lunar), que resalta el relieve de los perfiles de la carrocería, contrastando los toques de brillo con sombras intensas, acaba por añadir una «impactante intriga» a las sutilezas del diseño.

Así, el acabado ‘Lunar Silver’ cambia de tono en función del ángulo desde el que se mire el coche, también del momento del día, presentando un aspecto distinto bajo el sol de mediodía o al atardecer; aspecto que se torna aún más intenso con el coche está en movimiento, incluso cuando el paisaje se va reflejando en la carrocería, cual si de un espejo se tratase.

La clave de este avance, viene dada por la tecnología de ‘pintura sónica’, que reduce a 4 micras las 14 de una pintura convencional. Con la tonalidad ‘Lunar Silver’, esta técnica alcanza cotas superiores, de modo que la pintura se comprime en apenas 2 micras, de forma que las láminas, que normalmente ‘flotan’ aleatoriamente en la pintura, quedan alineadas en un patrón más denso y uniforme, lo que acentúa su brillo y reflectancia.

Como esta finísima película no resulta eficaz por sí sola, hace falta una extraordinaria habilidad para aplicarla, por que Lexus ha tenido que perfeccionar la calidad de la imprimación y de las capas de base.

La ornamentación ‘Nishijin’ y ‘Haku’ en el panelado interior de puertas, se suma al cristal tallado ‘Kiriko’ y los acabados plisados a mano, que se reinterpretan de forma similar el arte clásico japonés: ‘Nishijin’ evoca la alfombra de luz centelleante que crea la luna llena sobre el mar (papel ‘washi’, histórica técnica para tejar las prendas de los nobles nipones) y el papel ‘Haku’ se curva en torno al tirador de la puerta (proceso de ‘hoja metálica’, con 400 años de historia, realizado a base de martillear un lingote de metal hasta obtener una lámina de 10 milésimas de milímetro de grosor que se coloca sobre la superficie a decorar).