Mercedes Clase S. Dirección… trasera
Amplio radio de giro de las ruedas posteriores
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JAVIER F. ZARDÓN
‘Mínimo’… ángulo de giro. El opcional sistema de dirección a las cuatro ruedas, adoptado por Mercedes para la renovada Clase S, ofrece un amplio margen de orientación de las ruedas traseras, reduciendo ‘drásticamente’ el diámetro de giro del buque insignia de la Estrella Plateada… en hasta 2 metros, con o que la Clase S de batalla larga puede presumir de un diámetro de giro inferior a once metros, fruto de la combinación de la dirección del eje trasero con una desmultiplicación directa de la dirección del delantero. También la regulación integrada de la dirección y el freno, mejora la precisión y estabilidad del coche, sobre todo en situaciones de ‘alta’ dinámica.
Puede elegirse entre dos variantes: de 4,5 grados o hasta un ángulo máximo de orientación de las ruedas traseras de diez grados.
El sistema se acciona mediante un motor eléctrico, una correa y una tuerca de husillo en el eje trasero, que desplaza el husillo en dirección axial. En función de la velocidad del coche y del ángulo de giro del volante, las ruedas traseras basculan en el mismo sentido que las delanteras o en sentido antagónico; así, un giro en sentido antagonista aumenta la agilidad y reduce el diámetro de giro del coche, mientras que un giro en el mismo sentido mejora la estabilidad direccional.
En la Clase S, el ángulo máximo de orientación de las ruedas (10 grados) contribuye, principalmente, a facilitar las maniobras de estacionamiento.
Si el conductor gira el volante en un ángulo amplio, se utilizan los datos del entorno facilitados por los sensores del vehículo (radar, cámara, ultrasonido…) para adaptar el ángulo máximo de orientación de las ruedas traseras a cada situación concreta. Si se circula por encima de 60 por hora, se pasa automáticamente del giro en sentido antagonista al giro en el mismo sentido.
Los distintos programas de conducción utilizan también estrategias diferentes: el visualizador central muestra en el menú de programas el ángulo de orientación de las ruedas traseras y la trayectoria correspondiente.
También la dirección trasera dispone de un modo especial para cadenas de nieve. Si el conductor activa este modo, se limita el ángulo de orientación de las ruedas posteriores, adaptando el comportamiento direccional del coche a las condiciones específicas de la conducción en nieve.