Motorsport. BMW… rescata sus colores

JAVIER F. ZARDÓN

Azul, violeta y rojo… pasión por las carreras. Por las carreras, y por las raíces de la ‘Bayerische’. Junto con los emblemas, BMW ofrecerá —2022— medio centenar de históricas pinturas exteriores durante el año del aniversario: Dakar Yellow, Fire Orange, Daytona Violet, Macao Blue, Imola Red o Frozen Marina Bay Blue, referentes de diversas épocas en la trayectoria de BMW M.

Los semicírculos en azul violeta y rojo, debutaron en 1973 sobre un coche de carreras firmado por la, entonces recién creada, BMW Motorsport GmbH; histórica continuación en 1978 con el debut del M1: las tres icónicas franjas inclinadas hacia la derecha, reposando sobre la letra ‘M’; aquel legendario M1, hoy preciada pieza de colección, sería el único modelo de alto rendimiento de la ‘Bayerische’ que luciera las tres franjas: azul por BMW, rojo por ‘racing’ y el violeta como simbiosis entre ambos; con el tiempo, el violeta daría paso al azul oscuro.

Ahora que los automóviles de altas prestaciones ganan popularidad, en el año del aniversario habrá más modelos ‘de raza’ en el catálogo del fabricante: M3 Touring y M4 Coupé, también está muy avanzado el sucesor del popular M2 y, paralelamente, gana velocidad la electrificación de la marca ‘M’.

Para los amantes de las curiosidades, ‘buceadores históricos’, el resurgimiento de los colores Motorsport resulta ser multifacético aunque, indudablemente, Wolfgang Seehaus, diseñador de BMW, llevaba la batuta; mientras su colega Manfred Renner también colaboró, al menos, en el ‘dibujo’ de las rayas.

Tampoco existen dudas sobre la autoría del primer emblema de la división deportiva de BMW: la agencia de diseño gráfico Müller pergeñaría las ‘pinceladas’ iniciales, mientras el diseño final es fruto del estudio de Pierre Mendell; así, las míticas franjas tricolores nacieron… de un proyecto colegiado.

Para Marc Thiesbürger, experto del BMW Group Classic, «la creación y uso de los colores Motorsport puede considerarse como un esfuerzo pionero en cuanto a la creación de una identidad corporativa»; tal cual como los eligieron —los colores— el célebre director deportivo Jochen Neerspasch, y los diseñadores Seehaus y Rennen.

Una idea poderosamente respaldada porque los colores, y el logotipo, sólo han evolucionado ligeramente, sin perder las características básicas que lucían en los años 70.