Diario de León

Peugeot 308 SW. Deportividad… familiar

La zaga luce también la ‘esculpida’ y aerodinámica estética general de la renovada arquitectura familiar del 308 SW. pgt

La zaga luce también la ‘esculpida’ y aerodinámica estética general de la renovada arquitectura familiar del 308 SW. pgt

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León

Creado:

Actualizado:

J. F. Z.

Maletero… ‘panorámico’. Con 7 centímetros suplementarios de longitud respecto a la berlina (4,64 metros totales), mayor batalla (2,73 entre ejes) y una depurada aerodinámica (Cx de 0,27), el 308 SW puede presumir —y lo hace— de un ‘panorámico’ maletero: 608 litros, ampliables a 1.634 si se abaten completamente los asientos traseros (548 — 1.571 en el PHEV híbrido); además de una estudiada modularidad general del coche: un respaldo posterior que puede dividirse en tres secciones (40/20/40); la posibilidad de regular en dos posiciones el piso de carga, mientras el ‘motorizado’ sistema de apertura y cierre del portón trasero acaba por redondear el conjunto.

El habitáculo de esta nueva arquitectura SW, hereda la filosofía de la versión homóloga de 5 puertas: buenos acabados y un marcado ‘ambiente tecnológico’ gracias a la última actualización del ‘i-cockpit’ (instrumentación digital en 3D, pantalla táctil de 10 pulgadas integrada en el salpicadero), convertido ya en santo y seña del fabricante, que concuerda perfectamente con el reducido y achatado volante, además de con la ergonomía general del puesto de conducción. Por aquello de la versatilidad, el interior cuenta con diversos huecos (34 litros) de alojamiento para pequeños objetos, además de dos guanteras con cierre y puertos USB en las plazas delanteras y traseras; en los acabados altos de gama, se dispone de cargador inalámbrico.

En el plano estético, el 308 SW hace gala de un diseño especialmente fluido, con una línea de techo singularmente inclinada —como en la berlina—, que tampoco compromete la habitabilidad de las plazas traseras y la propia zaga del vehículo, en la que se incorporan pilotos de ‘led’, muy finos, prescindiendo —a diferencia de la berlina— de la franja negra como nexo de unión.

El frontal exhibe el renovado logo de la marca, enseñoreándose de una parrilla que converge gradualmente hacia los cincelados faros ‘led’ y los ‘colmillos’ de las luces diurnas, una ‘firma lumínica’ que viene caracterizando a las más recientes propuestas de Peugeot.

La arquitecta comparte abanico motorístico con la berlina: dos gasolina tricilíndricos PureTech de 1.2 litros y potencias entre 110 y 130 CV, además de un turbodiesel BlueHDi de 130 CV; las dos versiones más potentes pueden unirse al cambio manual MT6 o al automático también de 6 relaciones (siempre tracción delantera).

Las motorizaciones híbridas PHEV (225 CV totales) homologan alrededor de 60 kilómetros de autonomía exclusivamente eléctrica; batería de iones de litio (12,4 kWh), cuyo tiempo de recarga varía entre 1 hora 40 minutos y 3 horas, dependiendo del tipo de cargador que se utilice.

El nuevo familiar 308 SW refuerza sensiblemente su acervo tecnológico de ayudas a la conducción y de seguridad: vigilancia de ángulo muerto de largo alcance (75 metros), alerta de tráfico trasero (advierte de posibles peligros nada más engranar la marcha atrás), ayuda al estacionamiento (360º) con cuatro cámaras (delantera, trasera y laterales), llamada de emergencia ‘E-call’ (con información del número de ocupantes y localización del vehículo, incluso en el sentido de la marcha), además de otras diversas aplicaciones (sistema Hi-Fi Premium) a partir del acabado GT.

En suma, mucha calidad interior y una estética tan o más bonita que la de la berlina de derivación en el recién estrenado 308 SW.

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