Diario de León

Skoda Octavia TS. De vuelta… a las carreras

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León

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JAVIER FERNÁNDEZ

Abriendo… archivos. Skoda, la gran desconocida, sigue «desclasificando»… abriendo archivos.

En el ‘año de las luces’, en los albores de los sesenta, con la crisis de los misiles como telón de fondo; de la Guerra Fría a la del Vietnam, de los Beatles al asesinato de John F. Kennedy… y la llegada la Luna: las variantes Spartak y el deportivo Touring Sport de los Octavia… despuntaban en los rallyes.

En 1961, el dúo finlandés Esko Keinänen y Rainer Eklund firmaba una victoria en su clase en el Rallye de Motecarlo: el Octavia TS 1.200 terminaba sexto en la general.

A finales de los 50, tras una ligera mejora de la situación política, Skoda retornaba a la escena internacional del automovilismo deportivo, participando en el Rallye de Montecarlo de 1956… por primera vez desde 1949.

Una tradición, la de los coches de calle aptos para las carreras, que el fabricante de Mladá Boleslav venía cultivando desde los años 30 con el Rapid (modelo ligeramente superior al Popular) hasta el lanzamiento, en los 60, de ‘aquel’ Octavia TS Sport.

Los años 60 fueron una década agitada: Skoda se apuntaba a la ‘cautelosa’ apertura de Checoslovaquia; el éxito en la competición, siempre había sido una buena forma de promoción para nuevos modelos, y la casa madre de Mladá Boleslav tampoco perdía la oportunidad de competir en prestigiosas carreras internacionales: los rallyes se convertían en un excelente ‘escaparate’; máxime porque, entonces, competir en los deportes del motor tampoco requería demasiada inversión. Un modelo tan básico como fiable, el Octavia TS, resultaba lo suficientemente ‘poderoso’ como plantar cara… a sus oponentes.

Disponible con dos cilindradas, y otras tantas potencias, la versión básica del Octavia tenía 1.089 centímetros cúbicos, con dos carburadores Jikov 32 SOPb de ‘tiro descendente’ para, a reglón seguido, equipar un colector de entrada que, merced a los deflectores de los pistones, aumentar la relación de compresión y aumentar la potencia hasta 50 CV a 5.500 revoluciones (75,0 metros/kilo de par a 3.500 vueltas).

Aquellos modelos ‘modificados’ para rallyes, con llantas de 15 pulgadas y neumáticos Barum (Michelin claveteados para los tramos de nieve), acabarían por imponerse en la categoría de menos de 1.300 c.c.; que cautivaría, no sólo a los equipos escandinavos, también a austriacos, polacos y griegos, con lo que ‘el económico’ de Mladá Boleslav… daba sus frutos: en 1962, nada menos que 16 equipos de ocho países participaban en el Rallye de Montecarlo a bordo del Octavia; como en 1961, también losfineses Esko Keinänen y Rainer Eklund, dominaron su categoría por delante de cuatro Alfa Romeo.

El Rallye de los 1000 Lagos (Finlandia) y el Tour d´Europe, serían otros de los victoriosos escenarios en las ‘actuaciones’ del Octavia TS. En el 1000 Lagos, Esko Keinänen (segundo en la general) superaba a la nutrida competencia… salvo al ‘intratable’ Pauli Toivonen y su imbatible Citroën ‘Tiburón’ DS 19.

La racha seguiría en 1963: tercer triunfo de su categoría en Mónaco, esta vez a cargo del dúo noruego Gjölberg / Karlan y cuarta posición firmada por Keinänen sobre las heladas pistas del 1000 Lagos.

Para ‘redondear’, quedaron primeros en menos de 1.300 c.c. en el Tour d´Europe de 1963, acabando en una notoria quinta posición general.

En los siguientes años, pilotos checos como los hermanos Jaroslav y Václav Bobek, Miroslav Fousek, Vladimir Hubácek, Zdenek Mráz, Leopold Lacman y Jiri Smsky, abultarían el palmarés del ligero y maniobrable Octavia TS.

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