Diario de León

Porsche 356 C

Vuelta a la vida… y a la carretera

Cuatro décadas ‘confinado’, intacto y oculto, en un discreto almacén… bajo un montón de neumáticos. Dos años de ‘recuperación’… restaurada, la antigua gloria.

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León

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Cómo reconfortan ahora… estas historias. Un precioso, después del ‘tratamiento’, 356 coupé, ‘aquel’ modelo con el que Porsche… arrancó todo. Rescatado de la ‘quiebra’ por sus descubridores, quienes lo mimaron, y recompusieron, hasta la extenuación.

¿Qué coleccionista no sueña con un hallazgo así?

Un descubrimiento equiparable al desvelado en 2014, en los desvencijados establos de un castillo francés, donde viese la luz la colección Baillon. O el encontrado en un granero en la región germana de Algovia, donde ‘reposaba’ uno de los primeros VW ‘Escarabajo’, de luneta trasera dividida.

En el caso de nuestro protagonista, fue en el verano de 2017, en un almacén de Essen, donde los ‘cazatesoros’ encontraron algo no menos excepcional, 42 años ‘estacionado’ detrás de una pila de neumáticos de un metro de altura: 356 C.

¿Cómo acabó allí ‘este’ Porsche de 1964?

Claus Meirich, coprotagonista —junto con el ‘trescincuenta y seis’— de esta singular historia: 20.000 —lo que pagó por él— y dos años de intenso trabajo, junto con un equipo de expertos y amigos del mundillo Porsche, lo devolvieron a su estado original… a su antigua gloria.

Para mantener viva la Historia hay que proteger los recuerdos (John Boyne)

«Su último propietario, un comerciante de neumáticos de Essen —detalla Meirich—, estaba enfermo y tuvo que dar de bajo el coche que había comprado, con 79.000 kilómetros, poco antes de la Navidad de 1975, dejándolo en el almacén donde quedaría olvidado».

Meirich, de 67 años y natural de Bochum, que se presenta como «un aficionado del Ruhr al motor refrigerado por aire», reparador de máquinas titulado, formado como ingeniero e incorporado a la empresa de ingeniería mecánica ‘MTE Deutschland’, cuyas acciones —las suyas— vendió hace un par de años para dedicarse, en cuerpo y alma, a su pasión por los coches clásicos. Aficionado a Porsche desde hace más de 30 años, con varios ‘nueveonce’ en su haber: «La idea de dar una nueva vida a un trozo de cultura automovilística, me emocionó enseguida».

‘Nuestro’ 356 C, luce una rara combinación de colores: ‘Azul Esmalte 6403’ e interior rojo, se matriculó por primera vez en Munich (junio de 1964). Su primer propietario recorrió 67.000 kilómetros en 8 años, y lo vendió en 1972 a un corredor de seguros de Krefeld que, un par de años después, lo pasó al anterior propietario en Essen. Este propietario, que ahora tiene 74 años, recordó entonces ‘aquel’ coche que había guardado en un almacén, dando aviso a un miembro del ‘Club Porsche 911’. Este último no dudó ni un segundo en desplazarse hasta allí y, también, encontró un comprador… Claus Meirich.

A partir de una inspección inicial… buenas y malas noticias: el motor, la transmisión y la práctica totalidad de piezas, estaban ‘allí’, dentro o alrededor del coche. Incluso el interior estaba completo, aunque los ratones se habían dado un buen festín con los asientos y las alfombrillas; así que, había trabajo por delante, escrupulosamente basado en el modelo original, y con 125.000 euros ‘a desembolsar’, fundamentalmente en la carrocería y el motor. Un año de saneamiento exterior, dejó impecable la carrocería, que había sufrido la oxidación y el progresivo efecto de la sal en las carreteras de los duros inviernos de Munich, que solamente habían respetado el túnel de la transmisión.

Tras un minucioso trabajo (sin soladura y con remaches, como en 1964), firmado por el servicio de coches clásicos de Roland Ahlers (Sendenhorst) y conforme a las estrictas especificaciones de ‘Porsche Classic’, después de 24 meses y 2.000 horas de trabajo… revivía un impecable 356 C, con la documentación original y su numeración correspondiente documentada por Porsche… ¡Herzliche Glückwünsche!

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