85 años de tensión con Mieres

Un evento menor, la celebración de un concurso canino de caza práctica, ha reabierto la herida que sufre Babia desde hace 85 años, tras la adquisición efectuada por el Ayuntamiento de Mieres de trece kilómetros cuadrados de los mejores pastos de la Cordillera en la zona de Pinos. El acto resultó «invisible» para las autoridades autonómicas por falta de permisos y despertó las críticas de las cuatro juntas vecinales que defienden desde hace décadas sus derechos históricos de pasto y aprovechamiento de leñas en esos parajes.

Candemuela, Villargusán, Pinos y San Emiliano lamentan que el Principado «campe a sus anchas en suelo leonés, haga y deshaga sin pedir autorizaciones para celebrar romerías, actos gastronómicos y deportivos». Explican que Mieres es propietario, pero sin capacidad de tomar decisiones unilaterales en el espacio de otra comunidad, donde ya rigen determinadas normativas.

Las administraciones, hasta ahora y sorpresivamente, han hecho la vista gorda «a un conflicto claramente competencial, que va camino de arruinar a la ganadería leonesa en favor de la asturiana», según asegura el representante de las pedanías Carlos González-Antón.

«Hemos llamado en todas las puertas y, desgraciadamente, las instituciones autonómicas aún no se han estudiado el asunto, que es gravísimo porque se están permitiendo competencias exorbitantes a Mieres, que está usando los fondos mineros en nuestra comunidad para subvencionar a sus ganaderos y para alquilar nuevos montes para pastos, como el de los Hidalgos. Así, la raza de Asturiana de los Valles progresará en detrimento de la leonesa», asegura. El abogado insiste en que es «ilegal que Mieres envíe policías a Pinos como hizo el 2006 o que intente aprobar una ordenanza para regular los pastos, porque se aplicaría en León, lo que es una intromisión en los asuntos de otra comunidad. Son dueños, pero no pueden actuar administrativamente ni construir infraestructuras aquí, pues se deben ajustar a las leyes que rigen en Castilla y León, donde se enclava Pinos».

Al margen de la ley. La problemática radica en que un particular puede adquirir donde quiera y ser relativamente soberano en sus dominios, «pero una administración como es el Ayuntamiento de Mieres sólo puede actuar en su término territorial, no en el de otros», reitera. Pinos se ha mantenido durante décadas al margen de la ley, con un bar enclavado en un espacio natural protegido que incluso funcionó sin licencia ni saneamiento, y unas cabañas en plena Reserva de la Biosfera remodeladas al margen de la normativa autonómica. «Intento yo levantar un chalét en Covadonga, y me funden», ironiza.