Diario de León

Juicio en la Audiencia Provincial

El acusado de matar a su mujer en Astorga declara que el revólver se le disparó solo

El policía jubilado reitera que no quiso matarla y que el disparo se produjo al empujarla e intentar ella quitarle su móvil

El acusado, a su llegada esta mañana a la Audiencia. RAMIRO

El acusado, a su llegada esta mañana a la Audiencia. RAMIRO

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León

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«La empujé para que no me quitara el móvil y el revólver se disparó sólo», argumentó el policía nacional jubilado acusado de asesinar a su mujer en Astorga y de intentar hacer lo mismo con un vecino, del que sospechaba que mantenía una relación sentimental con su esposa. «No quise matarla», reiteró en repetidas ocasiones el acusado ayer durante la primera jornada del juicio con jurado popular, abierto contra él, que se celebra del 12 al 22 de marzo en la Sección Tercera de la Audiencia de León para juzgar los hechos acontecidos el 24 de julio de 2018 que acabó con el trágico desenlace de la muerte de su mujer.

De acuerdo a las conclusiones provisionales del Ministerio Fiscal —que fueron leídas al inicio del juicio— sobre las dos y media de la madrugada del citado 24 de julio de 2018 el procesado, guiado por el propósito delictivo de acabar con su vida, disparó a su mujer con un revólver del que el acusado tenía; produciéndole la muerte inmediata. Acto seguido, el sospechoso subió con la misma arma al segundo piso de su edificio, donde llamó a la puerta del vecino y le inquirió: «¿Desde cuándo te follas a mi mujer?» y efectuó un disparo que le hirió en el hombro.

Pese a las heridas, el vecino se echó encima del agresor y forcejeó con él para evitar nuevos disparos: «Voy a matarte», le decía. Así se mantuvieron hasta la llegada de la Policía Nacional, que detuvo al sospechoso tras desarmarle. Por todo ello, el Ministerio Fiscal solicita para el acusado una pena de 25 años por asesinato y siete más por tentativa de asesinato.

Entrada del acusado ayer a la Audiencia. MARCIANO PÉREZ

Unas conclusiones provisionales que no coinciden con las de la defensa del acusado, que reconoce los hechos, pero que solicita su libre absolución alegando que los hechos se produjeron de forma fortuita debido a una alteración psíquica del policía en el momento del suceso.

Así lo dejó ver el procesado en todo momento durante su declaración, que detalló que dos meses antes de matar a su mujer fue a casa de su hija a León con la intención de abandonar el domicilio conyugal y pedir la separación, porque su mujer «era cada día más introvertida». Sin embargo, relató que «mi mujer me llamó muchas veces y me dijo que iba a cambiar y que volviera con ella; que a ver qué iba a pensar la gente si nos divorciábamos y, entonces, me convenció para volver a casa»; aunque matizó: «acordamos vivir juntos pero con vidas independientes».

Al respecto, explicó que fue el 24 de julio de 2018, al volver a su casa en Astorga, cuando sospechó del vecino porque «al llegar dejé las maletas en el portal y él estaba abajo y yo subí al piso y desde arriba oí como un beso en el aire dirigido hacia mi mujer; pero no le di importancia». Fue por la noche, cuando durmiendo el acusado y su mujer juntos en la habitación de su hija, sobre las once y media de la noche su esposa le dijo que se iba a su habitación porque no le dejaba dormir por los ronquidos.

Tras matar a su esposa
Al ver que su mujer tenía mensajes con el vecino subió a su casa con el arma para «asustarle»

Sin embargo, el acusado explicó que cuando se levantó sobre las dos y media de la madrugada al baño, vio que su mujer tenía la puerta de la habitación entreabierta con luz y que se estaba mensajeando con alguien en el móvil. «Al verla, abrí con fuerza la puerta alterado y le quité el móvil para ver con quién se escribía mensajes a esas horas porque no es normal», detalló; a la par que apuntó que inició un forcejeo en el que ella intentaba recuperar su teléfono y él ver los mensajes «donde vi que se estaba enviado mensajes cariñosos con el vecino». «Cogí el arma para que dejara de atacarme para quitarme el móvil. Cuando cogí el revólver tenía el móvil en la misma mano, y la empujé fuerte con las dos manos contra la cama. Ella se volvió a levantar para quitarme el teléfono, la empujé otra vez con más fuerza y fue cuando se disparó el revólver».

Después del incidente con su mujer, aseveró que se fue a su habitación y se colocó el arma en la garganta con la intención de suicidarse, «pero pensé que el vecino se iba a reír de mí». En ese momento, subió arriba al piso del vecino para «asustarle» y al llamarle y abrirle la puerta «le apunté con el revólver y le dije que a ver qué líos se traía con mi mujer. Entonces empezamos a deambular por el hall de su casa unos 20 segundos hasta que él se tiró hacia mí y se disparó el arma sola cuando me tocó la mano al tirarse encima».

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