Un ahorro del 40%, con buenos rendimientos y sin contaminar

Los principales motivos que están propiciando que cada vez más consumidores apuesten por las calderas de biomasa se justifican con su considerable ahorro, respecto a otros combustibles, y la ausencia de contaminación.

Los combustibles de biomasa, como por ejemplo los pellets que son los más comercializados, suponen un ahorro del 34% respecto al gasóleos, del 40 si se compara con la electricidad y de 9% frente al gas propano.

El único inconveniente en este sentido es que mientras que una caldera, por ejemplo de gasóleo, cuesta unos tres mil euros, la de biomasa asciende a 14.000.

Aunque el poder calorífico de la biomasa es mucho menor que el de los combustibles fósiles, por lo que se necesita más cantidad para el mismo calor, las calderas actuales están consiguiendo rendimientos de hasta el 96%.