Diario de León

SUCESOS

Dos años de prisión para el director de un banco de Mansilla que estafó 373.000 euros

El director de la sucursal llegó a falsificar la firma de varios clientes. PIXABAY

El director de la sucursal llegó a falsificar la firma de varios clientes. PIXABAY

León

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El director de una entidad bancaria con sucursal en Mansilla de las Mulas ha sido condenado a una pena de dos años de prisión tras ser considerado autor de un delito de estafa agravada, en concurso medial con un delito continuado de falsedad en documento mercantil, con la concurrencia de la circunstancia atenuante muy cualificada de dilaciones indebidas.

La sentencia considera probado que el acusado, guiado por el ánimo de obtener un beneficio patrimonial ilícito aprovechando la oportunidad que le brindaba ser director de la sucursal, desde el 4 de julio de 2008 hasta el 8 de agosto de 2011, fecha en que fue despedido, simuló operaciones de financiación y efectuó reintegros y adeudos indebidos en cuentas de clientes de la entidad, utilizándolas como si fueran propias, sin el conocimiento ni consentimiento de aquellos y, en algunas ocasiones, imitando su firma, en los términos que constan en los informes de Auditoría de fecha 15 de julio de 2011 y el Adicional de diciembre de 2011.

El importe total de los movimientos irregulares en dichas cuentas y operaciones fraudulentas de concesión de riesgos de las que era el verdadero beneficiario y que la entidad ha restituido a los clientes ascendió a 373.478,02 euros. 

Se declara probado que el acusado para la consecución de sus fines crematísticos llegó al menos a imitar o simular la firma en varios documentos bancarios de concesión de riesgos y de reintegro de tres personas como administrador de dos cooperativas, obteniendo así disposiciones indebidas de saldo de las cuentas de tales clientes y además de los siguientes sin el conocimiento ni el consentimiento de todos ellos.

Consiguió dinero por un importe de 268.287,02 euros, de los cuales 235.662,02 euros han tenido que ser restituidos por la entidad bancaria.

Se declara probado que, del mismo modo, con el fin de obtener liquidez en su propio beneficio utilizó irregularmente las cuentas de dos cooperativas más aprovechándose de otros clientes, quienes no solían utilizarlas, para obtener reintegros sin saldo por un importe total de 17.595 euros y que posteriormente restituía a dichos clientes con adeudos indebidos en las cuentas de otros clientes.

Asimismo, se declara probado que el acusado guiado por el ánimo de obtener un beneficio patrimonial ilícito, concedió ficticiamente financiación por un importe total de 202.816 euros a través de un producto bancario cuyo beneficiario real era él mismo a otros ocho clientes, quienes ni conocieron ni consintieron la operación de riesgo, utilizando para ello la póliza de afianzamiento de que ya disponía el cliente y descontando importes en concepto de anticipos que posteriormente disponía de las cuentas de los clientes, ascendiendo el importe del riesgo no vencido en perjuicio de la banca a 137.816 euros. 

Se declara asimismo probado que, el acusado, movido por el mismo ánimo de obtener un beneficio patrimonial ilícito como verdadero beneficiario concedió un préstamo irregular al cliente vinculado un damnificado más por importe de 20.000 euros sin garantía real y con su única firma utilizando el saldo de la cuenta para atender sus necesidades de liquidez, así como a otros clientes sin historial en la oficina tras abrirles una cuenta, como en el caso de uno de los antes citados,  por importe de 50.000 euros y de otro más por importe de 50.000 euros, haciendo tanto disposiciones indebidas sin saldo de la cuenta del cliente que originaban descubiertos como abonos para regularizar los adeudos indebidos de la cuenta y atender las amortizaciones del préstamo llegando para ello a realizar adeudos irregulares en las cuentas de otros clientes. 

El acusado declaró en el juicio que conocía el motivo de su despido, en agosto de 2011, que le trasladaron el informe de auditoría, y que firmó un informe de despido donde aparece escrito que reconoció que se apropió de ese dinero descrito en el informe.

Asimismo, declara que ese reconocimiento por escrito lo hizo porque la entidad le presionó, ya que le decían que también iban a despedir a su hermano, trabajador igualmente de la entidad, a lo que añadió que el informe lo redactó la entidad y se lo remitió, y que él no reconoció las irregularidades.

Además, declaró que no falsificaba las firmas de los clientes, y que desconocía cómo firmaban los distintos clientes, siendo ellos quienes firmaban los documentos.

Además, declaró que era posible que hubiera incidentes en las firmas de los clientes, si bien desconocía el motivo de las mismas, negando que realizara ninguna disposición fraudulenta de los fondos de los clientes, a lo cual añadió que la concesión de riesgos estaba hecha para los clientes, y que se autorizaba un límite de riesgo.

Además, declaró que el préstamo concedido a uno de los demandantes se hizo porque lo solicitó un intermediario, que habría que ir al notario para su realización.

La entidad niega haberle presionado

El director territorial norte de la entidad en el año 2011, y superior del acusado, declara como hechos relevantes que era conocedor del informe de auditoría, y que en el mismo se concretan irregularidades de diversos tipos, en concreto disposiciones de cuentas de clientes, concesiones de préstamos, y concesiones de préstamos específicos para agricultores y ganaderos. 

Además, declara que se reunió con el acusado a finales de julio o primeros de agosto de 2011, estando en la indicada reunión más personas, reconociendo que el acusado manifestó que actuó de forma incorrecta, y que a él le reconoció los hechos, y asumió su responsabilidad en los mismos. 

Asimismo, y a diferencia de lo mantenido por el acusado en su declaración, este testigo, al igual que otros responsables de la entidad bancaria, admite que no se presionó al acusado en ningún momento, sin que se tomara ninguna represalia frente a su hermano, que actualmente sigue trabajando en la entidad bancaria. 

Por último, declara que desconoce que el otro empleado que trabajaba con el acusado tuviera conocimiento de los hechos denunciados.

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