«Antes alimento del cuerpo, ahora alimento del alma»
El complejo cuenta con maquinaria restaurada.
La restaurada Fábrica de Harinas Marina Luz fue inaugurada ayer ante un patio a rebosar de público. En el acto se vivieron momentos de emoción ya que estuvieron presentes algunos de los descendientes de quienes la pusieron en marcha, Germán García Luengos y su esposa, como la hija de éstos, Marina Luz, de quien la fábrica tomó su nombre.
Uno de sus nietos, Germán, aseguró que es un orgullo que «lo que nació para alimentar el cuerpo, ahora sirva para alimentar el alma a través de la cultura».
El alcalde, Urbano Seco, afirmó que «cuando hablamos de recuperar patrimonio, no sólo nos estamos refiriendo a lo que nuestros ojos pueden ver, los bienes inmuebles (patio, edificios...) y muebles (maquinaria, mobiliario...), sino también, y muy especialmente, a ese patrimonio que se enmarca en la memoria de los hombres y mujeres que antes que nosotros generaron y transmitieron conocimiento y riqueza, piedra angular para el progreso de las generaciones venideras».