Diario de León

MEDIO NATURAL

Árboles para proteger a los osos de León

La Fundación Oso Pardo supera los 100.000 árboles plantados para servir de alimento al plantígrado y ayudar a recuperar su población

Una osa con sus dos oseznos en un monte de la provincia de León

Una osa con sus dos oseznos en un monte de la provincia de León

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León

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Se han reforestado terrenos que además mejorar el hábitat de los animales contribuyen a reducir la huella de carbono y frenar el cambio climático. La Fundación Oso Pardo (FOP) ha plantado hasta la fecha 110.845 árboles en León, Palencia, Asturias y Cantabria. Las especies plantadas tienen como función servir de alimento a estos animales y mejorar la conectividad en el conocido como corredor interpoblacional, que se encuentra entre a la población osera oriental y occidental. Asimismo, la reforestación de terrenos ayuda a la reducción de la huella de carbono y a la lucha contra el cambio climático.

Las plantaciones se han realizado con especies autóctonas productoras de frutos para el oso, como son el cerezo (Prunus avium), mostajo (Sorbus aria), serbal (Sorbus aucuparia), manzano silvestre (Malus sylvestris), niso (Prunus insititia), arraclán (Frangula alnus), castaño (Castanea sativa), pudio (Rhamnus alpina) y, en menor medida con el objeto de favorecer la cobertura en suelos muy pobres, se han plantado algunos miles de abedules (Betula alba).

Todas las semillas han sido recogidas por miembros de la FOP y voluntarios, procedentes de la región donde se han hecho las plantaciones, o de regiones compatibles, de manera que preserven las variedades de cada especie en cada zona y con ello se maximice el éxito de la plantación y su idoneidad ecológica. Además, los plantones han ido en su mayoría protegidos por un tubo protector para evitar que sean comidos por los ungulados domésticos y silvestres.

Aparte de los beneficios ambientales vinculados a la conservación del oso pardo y a la captura de carbono, las plantaciones han supuesto pequeños empujes para las economías locales, contratando siempre para los trabajos de reforestación a desempleados, vecinos o a empresas locales. Por otro lado, para ayudar en las actividades, ha sido fundamental el papel de los voluntarios, provenientes de distintas comunidades autónomas.

Más de 230 en la Cordillera Cantábrica

La construcción de infraestructuras de comunicación y las amplias zonas deforestadas, han favorecido la fragmentación de la población de osos, dificultando el intercambio de genes y la expansión de las zonas de reproducción. Por eso, el objetivo principal de las plantaciones de la FOP ha sido la mejora del hábitat del oso pardo y de la conectividad del territorio a través de la creación de bosquetes estratégicamente distribuidos, para proporcionar valiosos recursos alimenticios en lugares clave para favorecer el movimiento de ejemplares entre las dos subpoblaciones cantábricas.

Gracias a estas mejoras en el hábitat, y a la reducción de la mortalidad por causas humanas y la buena percepción social de la especie, en los últimos años la población de osos ha ido aumentando, situándose en la actualidad en torno a los 230 ejemplares en la zona cantábrica. De facto, recientes estudios genéticos desarrollados por la FOP han confirmado un importante nivel de intercambio demográfico y genético entre las subpoblaciones de oriente y occidente.

Este objetivo es el que persigue el actual proyecto ‘LIFE+ Desfragmentación Oso’, iniciado en agosto de 2013 y que termina en junio de 2016, y que ha buscado la viabilidad a largo plazo de estas plantaciones y la concienciación de los agentes implicados en la conservación del oso pardo. De esta manera, todas las actividades que se han desarrollado han tenido un fuerte componente sensibilizador con información sobre la importancia del oso, las especies plantadas y los lugares seleccionados para la reforestación.

Voluntarios y financiadores

Una gran parte de las plantaciones se han realizado bajo el marco de dos proyectos: ‘LIFE+ Corredores Oso’ y ‘LIFE+ Desfragmentación Oso’, financiados en un 75 por ciento por la Comisión Europea y cofinanciados por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, la Fundación Biodiversidad y la Junta.

Por otro lado, también han sido financiadoras de las plantaciones empresas como Acciona, Fundación Banco Santander, Gas Natural Fenosa y Fundación ACS. En el caso de los programas Provoca de Cantabria, el Gobierno de esta Comunidad Autónoma ha sido su financiador. Además, se ha contado con la especial colaboración de voluntarios procedentes del Vivero Escuela Río Guadarrama (Madrid) y de la Escuela Taller Ciuden Vivero (León), dependientes del Organismo Autónomo Parques Nacionales.

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