Asaja advierte de las «nuevas trabas» que sufrirá el sector

La organización agraria Asaja espera que la declaración de Parque Natural de Babia y Luna, suponga las menos trabas posibles para la vida diaria de los habitantes de la zona, y que las estrictas normas de uso y gestión interfieran lo menos posible con la actividad ganadera de la comarca. Uno de los mayores inconvenientes que detecta Asaja para la actividad ganadera en estas áreas protegidas es el relacionado con las construcciones y con cualquier tipo de obra civil que se requiere para el alojamiento y manejo de los rebaños, ya que las autorizaciones son muy restrictivas y exigen materiales y formas de construcción que encarecen desmedidamente los proyectos. Asaja teme que una mayor protección sobre la fauna silvestre, con especies tan singulares como el oso, cree una mayor presión y competencia con las especies domésticas. Por eso esperan que ahora que la Administración tiene la obligación de hacerse cargo de los daños patrimoniales que cause la fauna salvaje se establezcan mecanismos para una pronta y justa valoración y que las indemnizaciones lleguen en tiempo y forma a los perjudicados.