Así se hacen los primeros 16.000 botellines de la Doce Setenta, la cerveza minera de Laciana

Está en el horno y a punto de salir. La Doce Setenta, la cerveza de Laciana, está a punto de salir al mercado desde la planta acondicionada en las antiguas explotaciones mineras de Lumajo. Ya se está elaborando una primera cocción de la que saldrán unos 8.000 botellines y el lunes se hará una segunda con otras 8.000. En total, muy pronto estarán en los bares alrededor de 16.0000 botellas con el  característico logo del minero que identifica a esta cerveza 'made in Laciana'.

"Es una cerveza tipo lager en la que se emplean cuatro tipos de maltas y tres lúpulos. Es algo muy poco habitual y sobre todo  de una calidad superior un millón de veces a la cerveza industrial", comenta Juan José Villanueva,  el principal promotor de esta aventura empresaria a la hora de detallar algunas de las características que tendrá esta primera remesa "que sale de la mina". "Es una cerveza suave para todos las paladares, perfecta para iniciarse en las cervezas artesanas".

Se le nota orgulloso; tanto del producto como de haber conseguido llevar a buen puerto (tras muchos avatares) este proyecto que nace también como una llamada de atención: el Valle de Laciana no está muerto, tendrá futuro si las ideas  las iniciativas pueden con la desesperanza. 

Apuesta por la tierra 

En su particular catálogo la Doce Setenta tendrá varios tipos de cerveza. Así, contará con una tipo lager, una ipa, también una Pale Ale e incluso proyectan una con chocolate y una negra elaborada con café de Panama, el café Geisha que para muchos es el mejor café del mundo. "Utilizamos lúpulo del Órbigo y producto local desde el minuto uno y también trabajamos con malteros de la zona. Toda la cerveza va a llevar lúpulo de León", apunta Villanueva para subrayar su decidida apuesta por la tierra.

La idea es elaborar más de 1.200 litros en cada producción (cada lote de cerveza) y llegar a sacar entre 8.000 y 16.000 litros mensuales.

Desde lo hondo del pozo

Sin embargo, el producto más genuino de su catálogo será una cerveza especial de la que se pondrán en el mercado únicamente al año 2.000 botellas. En su elaboración se empleará agua de nieve y las viejas galerías de la mina de Lumajo acabarán por definir el producto final. Las primeras nieves que caigan en los picos de la zona a más de 2.000 metros de altura -Lumajo ya está a una altitud de 1.400- se llevarán a la fábrica y con su agua una vez derretida y unas maltas especiales de altísima calidad se fabricará una cerveza artesana. Se embarrilará en viejos barriles de ron y se bajará a la mina, a galerías situadas a doscientos metros de profundidad, donde permanecerá madurando entre seis y dieciocho meses. Esas 2.000 botellas de 75 centilitros serán la joya de la corona.

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