Una ausencia que deja mucha huella

Los vecinos del municipio montañés de Vegacervera se despertaron ayer asolados por la trágica noticia del fallecimiento de su alcalde, después de la tensión que se vivió en la localidad cuando el regidor, un infatigable cazador, no había ido a comer con su familia. La consternación que se vivía ayer en la localidad quedó patente en las muestras de dolor entre los habitantes de este ayuntamiento de 327 habitantes, que había renovado la confianza en su alcalde durante los últimos siete mandatos con un apoyo abrumador en las urnas. En pleno invierno, la estampa de Vegacervera era desoladora. En las calles vacías apenas se veía algún vecino que se dirigía a comprar al son de la llamada del panadero y que comentaba la fatalidad del desenlace final de su querido alcalde, de quien recuerdan la valentía con la superó el grave cáncer que le fue diagnosticado hace dos años y del que «se iba recuperando muy bien», según recuerda uno de sus convecinos.

Pocos eran los habitantes de Vegacervera que se quedaron en el pueblo a conocer la noticia. El resto acudió a Los Oteros, esa comarca tan querida por su alcalde, a arropar a sus familiares más directos. «Es una verdadera lástima el fallecimiento de nuestro alcalde y también amigo», afirmaba una vecina. Una lástima que circulaba de boca en boca. «Nos hemos quedado sin el alcalde que hemos tenido siempre en nuestra vida y que nos ha dado de todo lo que le hemos pedido», comentaba ayer otro vecino desconsolado.

La consternación era patente también entre los residentes del centro de la tercera edad qde la Residencia de Nuestra Señora de Las Nieves, para quienes Luis Rodríguez Aller «era una persona muy buena que nos quería mucho y desde luego aquí estamos un grupo de compañeros que siempre le hemos votado a él en las elecciones municipales».

La concejal del ayuntamiento Concepción Lorenzana, que lleva 25 años al lado de Rodríguez Aller en el consistorio, mostraba su total consternación y dolor por la muerte «no de un compañero, sino de un padre que ha sido para todos nosotros durante todos estos años en el ayuntamiento», esgrimía.. «Creo que ésto no puede estar pasando, ahora que veíamos a Luis como un cañón en su salud y las ganas que tenía de vivir, porque se encontraba fenomenal», señaló Lorenzana.

En el único bar abierto en Vegacervera solamente se oía «es una verdadera pena y no nos lo podemos creer por lo bien que ahora se encontraba Luis. Ahora todo está reciente, pero ya nos daremos cuenta en un futuro no muy lejano de todo lo que él hizo por nosotros y por el ayuntamiento».

Todos los alcaldes de la zona norte de la montaña central valoraron ayer la faceta humana y política de Luis Rodríguez Aller. «Fue un alcalde ejemplar, realista y ambicioso en todos los proyectos que él mismo quiso y consiguió para todos los vecinos del municipio montañés». Aseguran los ediles que la muerte de Aller supone «una gran pérdida, no sólo como persona, sino también como político, que trabajaba a la sombra de la Diputación, pero que llegó a conseguir multitud de infraestructuras para la provincia».