Biomar amplía sus instalaciones gracias al respaldo de Iberaval

El Instituto Biomar tiene previsto solicitar la certificación pertinente a la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios, para producir sustancias activas. Lo hará «en dos o tres años», según explica el CEO de la compañía, Antonio Fernández.  

Instituto Biomar, con casi un cuarto de siglo de vida, está situado en el Parque Tecnológico de León y está especializado en el desarrollo de productos con aplicación en agricultura y salud humana, aunque también elabora compuestos dirigidos a la salud animal, la alimentación o la cosmética. Concretamente, estos productos se obtienen a partir de microorganismos marinos, mediante la aplicación del conocimiento en microbiología marina y química de productos naturales de los grupos de investigación de la empresa.  

En la actualidad, Instituto Biomar cuenta con dos líneas de negocio principales. La primera es la elaboración de productos de I+D para otras empresas que acuden a ella por su experiencia en fermentación, procesado y desarrollo de métodos para el posterior escalado comercial. En este contexto, ofrecen trabajos específicos como identificación taxonómica, identificación de compuestos activos, producción a partir de bacterias u hongos con métodos de fermentación y procesado químico, y screening para investigar en áreas como antitumorales, antioxidantes, antibacterianos y antifúngicos.  

La otra, está encaminada a la creación de productos propios. «Son procesos largos, pero vamos avanzando poco a poco», señala Fernández, quien remarca que el Instituto busca aplicaciones a partir de microorganismos, fundamentalmente hongos y bacterias, recogidos en las más de 170 bioprospecciones marinas alrededor del mundo que han llevado a cabo en los últimos 20 años.  

Dado el crecimiento logrado, que se sustancia en una plantilla de cerca de 40 empleados en la actualidad, Instituto Biomar ha apostado por ampliar sus instalaciones, a partir de la construcción de una planta de producción con laboratorios, salas de fermentación y almacenes, entre otros espacios. A partir de las mismas, confían en desarrollar una planta de investigación de mejora de rendimiento en cultivos a través de microorganismos, bioestimulantes, bactericidas, herbicidas y biopesticidas.  

Para ese proyecto concreto de ampliación han recurrido a Iberaval. «Teníamos experiencia previa con Iberaval, porque, tras instalarnos en el Parque Tecnológico, apostamos por proyecto de I+D y tuvimos su respaldo», explica Antonio Fernández, quien agrega que «si no hubiera sido por Iberaval, no habríamos podido avanzar entonces, ni ahora para afrontar las nuevas líneas de actuación previstas».