Diario de León

Agricultura y ganadería

El campo recibe a San Isidro con optimismo a la espera de que mayo remate la campaña

Las buenas expectativas arropan al cereal de invierno, al maíz y al viñedo y se estima una caída del 8% en la remolacha

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Alejandro Rodríguez, Armando Medina, Juan Manuel Castro, José María Campos y Maite Rabanillo.
León

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Las abundantes lluvias del mes de abril que han tenido su continuidad en la primera quincena de mayo, aunque ya de forma más desigual según zonas, han propiciado unas buenas expectativas de cosecha en los cereales de invierno, según Asaja, que apunta que no ha habido daños apreciables por pedrisco salvo algún episodio muy local.

A pesar de las buenas expectativas, el sindicato recalca que el próximo mes será decisivo y que en estos momentos los cereales de invierno (trigo, cebada, avena y centeno) están en «un grado de desarrollo óptimo (fase de espigado) y el campo tiene tempero al menos para dos o tres semanas». De estos cereales, el que presenta mejor aspecto es la cebada ya que en el trigo se han registrado fuertes ataques de enfermedades fúngicas como la roya que los agricultores han tratado de forma general y sistemática para frenar su desarrollo. «Unas enfermedades están suponiendo un mayor coste de producción y unas mermas en los rendimientos todavía difíciles de evaluar», apunta Asaja.

En el caso de la alfalfa, el forraje de mayor calidad, la cosecha en este primer corte, a juicio del sindicato, «no es tan halagüeña», pues las heladas y la plaga de «gusano verde» ocasionaron daños de los que la planta no se ha recuperado. Por ello, hay parcelas con la recolección retrasada debido a las lluvias, y otras cosechadas hace unas semanas cuyo segundo corte está evolucionando muy bien.

Respecto al girasol, es muy poco el que está nacido y la mayoría se ha sembrado en los últimos quince días en condiciones no siempre favorables, por lo que se cuenta con la probabilidad de mala nascencia.

Por otra parte, se espera un incremento de las siembras en secano de al menos el 20% ya que cada vez más agricultores piensan en él como alternativa al barbecho en los secanos de mayor calidad. En cuanto a los pastos, tanto de montaña como en tierras de ribera y meseta, se encuentran en buen estado debido a las lluvias.

La remolacha se sembró en su mayor parte a lo largo del mes de marzo y se interrumpieron y complicaron mucho las labores con las lluvias de abril. En este sentido, la organización informó que a día de hoy queda una pequeña superficie sin sembrar, sobre todo en la zona de Payuelos, y es probable que algunos agricultores ya no la siembren y cambien el plan de cultivos.

Asaja estima una caída de las siembras en la provincia de León del 8 por ciento respecto a las 4.415 hectáreas del pasado año, porcentaje que se elevará si como se ha citado algunos agricultores cambian el plan de siembras.

Respecto al cultivo del maíz las siembras se han hecho en fechas distintas según lo ha permitido la climatología, y la nascencia es buena. Según Asaja, se prevé una superficie de cultivo al alza que superará las 71.800 hectáreas del récord de siembra que supuso la temporada del pasado año.

Con abundante agua en los pantanos y casi la mitad de la superficie de cultivo bajo sistema de riego modernizado, lo previsible es la normalidad en este cultivo. En el viñedo el estado de la viña es óptimo, en la fase previa a una floración que tendrá lugar en las próximas semanas.

En este cultivo, Asaja explica que las continuas lluvias obligan a hacer tratamientos, sobre todo en la DO Bierzo, para controlar las enfermedades fúngicas con un riesgo de helada tardía cada vez menor.

Por último, el sindicato hace referencia al lúpulo, el cual se encuentra ya tutorado por las trepas, con un desarrollo normal para la época del año, mientras que en los frutales, las heladas causaron daños en los perales en el momento de la floración, pero junto a los manzanos evolucionan con normalidad necesitando de más tratamientos de los habituales.

Información elaborada por Alejandro Rodríguez, Armando Medina, Juan Manuel Castro, José María Campos y Maite Rabanillo.

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