El campo vive San Isidro con los mismos frentes abiertos que antes de la pandemia

El campo leonés celebra un nuevo San Isidro condicionado por la pandemia pero enfrentado a los mismos agravios y desafíos con los que ya batallaba antes de que surgiera el covid. La incapacidad de poner orden en la cadena alimentaria para garantizar la rentabilidad ante la subida de costes especialmente en el ámbito ganadero, la reforma de la PAC, plagada de novedades, incógnitas y desinformación, la ‘guerra’ abierta contra el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico por la protección especial del lobo al norte del Duero y la ‘colonización’ de los cultivos por el boom de las renovables son cuatro de los frentes en los que está embarcado el sector en la provincia, que también siguen con las cuentas pendientes en cuanto a la regeneración de sus profesionales y la apuesta por la innovación.

En el lado positivo la campaña de riego se presenta en las mejores condiciones posibles y, después de un año de récord con la última cosecha, las perspectivas son buenas. Según señala Asaja, los cereales presentan un buen aspecto y a mes y medio de que finalice su ciclo hay expectativas de una buena cosecha si siguen las lluvias y no hay episodios de altas temperaturas que provoquen su asurado.

«Respecto a los forrajes, para los que ya llegó el momento de la recolección, lo deseable es un tiempo seco y soleado, en próximas fechas, para las labores de siega y henificación», apunta el sindicato. El retraso en las precipitaciones y los episodios de bajas temperaturas, incluidas fuertes heladas, han frenado el desarrollo de la hierba en las zonas de montaña. En cuando a los prados de siega el desarrollo es escaso y la cosecha dependerá de lo que ocurra el próximo mes y medio, una cosecha de hierba que es muy importante para unas explotaciones de vacuno extensivo que están en expansión.

En la agricultura de regadío la remolacha está nacida, el maíz prácticamente nacido también es su totalidad y por lo tanto dentro de fecha, y las patatas y las alubias se encuentran en el momento de la siembra.

Respecto a los mercados, la organización agraria ha advertido que hay una situación inusual de precios altos en todos los cereales y en particular en el maíz, sin que por ahora esto quiera decir que se vayan a mantener altos cuando empiece la recolección en el mes de julio.

Caída de la rentabilidad

Por su parte, en el sector ganadero hay una caída de la rentabilidad tanto por bajada de precios en unos casos, como por los mayores costes de producción al subir el gasto en alimentación.

«Los costes de producción se han incrementado, en el caso de los ganaderos por los piensos, y en el caso de los agricultores por el encarecimiento del gasóleo y sobre todo de los abonos minerales», destaca el sindicato, que recuerda que los cambios en superficie de cultivos no se conocerán hasta que a partir del próximo lunes la Consejería de Agricultura procese los datos de la declaración de superficies para las ayudas de la PAC.

Para Asaja de León añade que «aparentemente habrá un crecimiento de la superficie de maíz y colza a costa del cereal de invierno, superficies similares en remolacha, patatas y alubias, y crecimiento de la superficie de girasol de secano en detrimento de la superficie de barbecho».