Diario de León

CHD incide en la prevención contra el riesgo de inundación en 500 kilómetros de ríos

El organismo regulador revisa el Plan de Inundaciones y el Plan de Sequías, que están en consulta pública hasta junio .

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León

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Dos capítulos importantes del Plan Hidrológico del Duero que se encuentra en consulta pública hasta el 30 de junio son el Plan de Inundaciones y el Plan de Sequías. Con esta consulta se pretende que administraciones, organizaciones empresariales y sociales y ciudadanos reconozcan la importancia de la prevención en ambos fenómenos extremos y mejoren con sus aportaciones, los contenidos de los mismos.

¿Son evitables las inundaciones? ¿Podemos predecirlas? ¿Es posible evitar los daños que provocan? ¿Cuánto cuesta evitarlas? ¿Están los pueblos de León muy expuestos a ellas?

A estas y a otras preguntas responde el Plan de Gestión del Riesgo de Inundación elaborado por la Confederación Hidrográfica del Duero en un documento que se encuentra en consulta pública.

El Plan de Evaluación y Gestión del Riesgo de Inundación del Duero identifican unos 500 kilómetros de ríos de León con alta probabilidad de inundación; en 100 de ellos existe riesgo probable para personas y bienes económicos. El riesgo se valora en función de la magnitud de la inundación que, en términos hidrológicos, se basa en criterios estadísticos, como es el llamado período de retorno. Una inundación para un período de retorno de 500 años vendría a ser la que se produciría cada 500 años. En toda la cuenca del Duero para una avenida con período de retorno de 10 años, que se considera ordinaria, el número de personas afectadas sería de 86.000, en 227 municipios.

Experiencia como criterio

Los criterios para seleccionar estas zonas se basan en que históricamente se han producido inundaciones con importantes pérdidas, o que la exposición de bienes y personas es elevado a la vista de las avenidas previsibles. Poblaciones como La Bañeza, Carrizo, Soto de la Vega, La Vecilla, Garrafe de Torío o Matallana de Torío son algunas de las poblaciones de León que presentan un alto riesgo de inundación con importantes daños a personas y actividades económicas.

Para reducir el riesgo el Plan establece medidas de divulgación, de prevención, de coordinación administrativa, de mejora en la predicción y de protección. Un elemento esencial en la protección es la correcta ordenación del territorio en zonas con riesgo, especialmente para nuevos desarrollos urbanísticos. En este aspecto las autoridades locales que aprueban los planes urbanísticos tienen una singular relevancia en la prevención de riesgos futuros. En los elementos ya construidos las medidas pasan por la protección de bienes y personas, y el adecuado sistema de alerta y aviso. Las medidas de protección pueden suponer infraestructuras de defensa, pero el Plan propone medidas naturales de retención de agua como son la laminación de las avenidas en terrenos donde el daño es controlado, normalmente aguas arriba de los puntos de riesgo. Para ello es conveniente una adecuada política de seguros y compensaciones para los titulares de esos terrenos que brindan un protección a población e infraestructuras, algo que también considera el plan.

En el otro extremo se encuentran las sequías. El Plan Especial de Actuación en Situaciones de Alerta y Eventual Sequía del Duero tiene por objetivo minimizar los impactos ambientales, económicos y sociales generados por la sequía. Este Plan, cuya primera versión se elaboró en 2007, incluye un sistema de indicadores que permiten diagnosticar la ocurrencia de la sequía en los sistemas de explotación de la cuenca y determinar su gravedad. Cada zona de la cuenca tiene su propio indicador de sequía que se calcula teniendo en cuenta la precipitación, las entradas en los embalses y los caudales que circulan por determinados ríos.

A partir de los valores de los indicadores se clasifica el estado de sequía en normalidad, prealerta, alerta o emergencia. Para cada uno de estos estados el Plan prevé adoptar diversas medidas que pasan por reducir o suspender usos del agua, con excepción de los abastecimientos urbanos, activar las fuentes alternativas de suministro urbano, convocar la Mesa de la sequía para suspender los riegos o reducir los desembalses.

Planes de emergencia

Una de las medidas más importantes del Plan de Sequías es la aplicación de los planes de emergencia en situaciones de sequía que todas las ciudades de más de 20.000 habitantes deben tener redactados. Estos planes deben identificar cuáles son las fuentes de suministro alternativo de agua a las convencionales, así como las medidas de ahorro de agua en situaciones de emergencia. La revisión del Plan de Sequías que aborda el Plan Hidrológico puede constituir una buena ocasión para actualizar o elaborar, si no existe, el correspondiente Plan de emergencia.

La nueva propuesta del Plan de Sequías vigente, actualiza y mejora los indicadores de las subcuencas del Órbigo, en León, y Águeda, en la provincia de Salamanca. En el caso del Órbigo leonés, dada la elevada dependencia de toda la subcuenca de los recursos regulados en los embalses de Barrios de Luna y Villameca, se revisa el indicador para dar mayor peso al volumen embalsado en determinados meses críticos para poder garantizar las demandas.

En la actualidad las inundaciones y las sequías no se pueden evitar pues dependen de parámetros no bien conocidos lo que impide actuar en su origen. Por ello debemos aprender a vivir con ellos ya que es posible que los efectos del cambio climático incrementen su aparición en nuestras latitudes. Para aminorar los efectos indeseados los esfuerzos deben centrarse en la predicción, en la prevención y en la coordinación.

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