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El chocolate que sigue tentando un siglo después
Santocildes celebra cien años rodeado de amigos y autoridades que destacan la apuesta por la calidad y lo artesanal en cada tableta.
Los maestros chocolateros, junto a amigos, familiares, las autoridades y algunos alcaldes de la zona, como La Bañeza o Benavides. A.V.
a.g.v. | castrocontrigo
Desde que el abuelo David González Pombar se asentó en Castrocontrigo para producir chocolate ha pasado un siglo y cerca de cuatro generaciones. Cien años que los descendientes del impulsor celebran este fin de semana con una serie de charlas, que arrancaron de la mano del doctor Aranceta Bartrina, exposiciones y actividades en torno a Chocolates Santocildes. Yolanda, Juan y Fernando son ahora la tercera generación de chocolateros que siguen combinando la calidad con la tradición que impulsó el abuelo.
En la puesta de largo del centenario, que ayer dio el pistoletazo de salida en Castrocontrigo, los amigos y autoridades quisieron acompañar a los artífices de que la empresa siga en pie. El maestro chocolatero de Santocildes Juan Fernández González destacó que actualmente la empresa familiar cuenta con 20 referencias de calidad «y el objetivo es seguir en esta línea». En Santocildes desde la compra de la materia prima hasta todo el proceso de producción del chocolate es artesanal, uno de los valores de la marca que produce unas 250.000 tabletas. «Tratamos de hacer un buen producto basándonos en la materia prima de calidad», explicó.
Así, rodeados de la antigua maquinaria, la subdelegada del Gobierno, Teresa Mata, el diputado José Miguel Nieto y el jefe de Agricultura de la Junta, Fidentino Reyero, no dudaron en destacar que el de Santocildes «es el mejor chocolate del mundo». Además, las autoridades señalaron el cariño que los chocolateros ponen en la elaboración e incidieron en que la empresa es un modelo y debe ser un referente en la provincia, «porque ha logrado combinar lo tradicional con la innovación en los mercados».