JUAN FERNÁNDEZ CHOCOLATERO. CASTROCONTRIGO
Los cierres son irreversibles
La venta de chocolate sube por haber creado un mercado más amplio que el local, pero las tiendas que cierran en el pueblo «no vuelven a abrirse», señaló. Otros negocios subsisten «gracias a la solvencia económica de los propietarios, porque ya no tienen dónde ir». El bar que regenta su familia ha dejado de servir comidas a diario ante la falta de clientela. «Hace tres años» que el comercio se desplomó en este pueblo.