El consistorio solicitará la declaración de zona catastrófica tras las riadas

El Ayuntamiento de Cimanes de la Vega solicitará la declaración de zona catastrófica para su municipio por los daños provocados por las riadas del Esla durante las intensas lluvias que tuvieron lugar los días antes de Navidad, cuyas aguas llegaron a inundar varias calles del pueblo dejando tras de si cientos de hectáreas de cultivo anegadas. Hoy, casi un mes después, los destrozos provocados por la fuerza del agua son perfectamente visibles.

Según explicó la alcaldesa, Montserrat Rodríguez, el costo mayor en reparaciones será el arreglo de caminos, algunos con socavones de más de dos metros de profundidad. Pero también de acequias de riego arrancadas (propiedad de la comunidad de regantes) o en el bar de las piscinas y el resto de sus instalaciones (bombas y motores, cámaras frigoríficas, mobiliario...). «Es que estuvieron casi con un metro de agua durante ocho días», señala. Aunque para la regidora, «lo peor es para los agricultores ya que hay fincas llenas de grabas arrastradas por el río. Una ruina total, especialmente para los que no habían sacado la cosecha».

Críticas a Confederación

La alcaldesa apunta a las trabas de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) que no permite ciertas prácticas. «Si CHD sigue insistiendo en no dejarnos plantar árboles va a ser un perjuicio muy grande para todos porque esos terrenos se van a llenar de maleza que en los desbordamientos es arrastrada por el río creando tapones que donde revientan lo hacen con una fuerza tal que arrasa todo lo que pilla a su paso. Además, los propios árboles hacen de contención a la fuerza del río».

Rodríguez informó ayer que hoy presentarán toda la documentación correspondiente para que el municipio sea declarado zona catastrófica ya que «cuatro polígonos agrícolas estuvieron totalmente inundados en las localidades de Cimanes de la Vega, Bariones de la Vega y Lordemanos», todas del municipio.