Diario de León

Desmantelar la instalación generará cerca de 156.500 toneladas de residuos

Un 11 por ciento del material generado corresponderá a residuos peligrosos.

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A. Domingo | Redacción
León

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Naturgy estima que en el desmantelamiento de la central térmica de La Robla se generarán 156.443 toneladas de residuos, de las que 87.764 —en un 56%, hormigón con el que se construyeron las instalaciones—, se reutilizarán en el relleno de balsas de decantación, fosos y sótanos que existen en las instalaciones, a fin de conseguir una parcela nivelada, y otras 68.679 se expedirán para su valorización o eliminación por parte de gestores autorizados. A lo largo de los 36 meses que durará el proceso, se estima una salida diaria de dos a tres camiones de material para su tratamiento.

Se trata en su mayor parte de residuos no peligrosos —136.724 toneladas—, entre los que se encuentra hormigón, madera, ladrillos, diferentes metales, cableado y materiales de aislamiento, a los que se suman otras 19.724 toneladas de residuos peligrosos, que representan el 12,6% del total. Cerca 1.120 toneladas corresponden a materiales de construcción y aislamiento que contienen amianto y cerca de 13.000 toneladas son tierras que contienen sustancias peligrosas, cuyo destino será la eliminación.

En el recinto se adecuarán zonas para el almacenamiento de los diferentes despojos resultantes —se introducirán en recipientes adecuados—, habilitándose una zona de residuos peligrosos, otra para aquellos que contienen amianto, un parque de chatarra, un área de residuos de construcción y demolición y, por último, otra para residuos no peligrosos. Para los que presentan riesgos y que contienen amianto se habilitarán dos zonas«cubiertas y aisladas de la lluvia y de aguas de escorrentía», que dispondrán de «solera himpermeabilizada», construida en pendiente «hacia una rejilla donde se conducirán los potenciales derrames a un depósito de recogida de líquido o bien se colocará un cubeto para la contención de los mismos». Ambas zonas se vallarán y dispondrán de la adecuada ventilación, cita el documento presentado para la evaluación ambiental del proyecto.

Situación ambiental y empleo

El proyecto busca una situación ambiental futura «sin emisiones atmosféricas, vertidos industriales, generación de residuos o presencia de estructuras disonantes», pero con «la reducción del número de empleos directos, indirectos e inducidos, así como un descenso de la renta en el ámbito local» como aspecto negativo, reconoce Naturgy.

La situación del río Bernesga mejorará, con la demolición de parte del azud que se sitúa a la altura de la central.

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