Los ecologistas piden al Gobierno cambios en la gestión del agua contra el cambio climático
Con motivo de la celebración del Día Mundial del Agua el próximo 22 de marzo, las organizaciones ambientales estatales Amigos de la Tierra, Greenpeace, SEO/BirdLife y WWF España llaman la atención sobre el modelo de gestión del agua en España y solicitan al Gobierno medidas de acción inmediatas que muestren el compromiso del Ejecutivo por una verdadera transición ecológica en la planificación y gestión del agua. Esta área de la gobernanza, que sigue sin asumir los nuevos retos sociales, climáticos y ambientales, debe ajustarse a la racionalidad económica, la protección de los ecosistemas y la participación pública real y activa.
Según las ONG, España se enfrenta a una realidad sin precedentes en su historia reciente que afecta a todo el territorio. Cerca de la mitad de las aguas superficiales y subterráneas están en mal estado ecológico. De hecho, siguen ausentes los caudales ecológicos, elemento fundamental para asegurar la conservación de los ecosistemas acuáticos. Además, los problemas del agua y los ecosistemas acuáticos se ven cada día más agravados por los efectos de la crisis climática, estando España a la cabeza de los países más vulnerables de Europa.
CUENCAS COLAPsadas
El colapso ambiental e hídrico se hace igualmente visible por todo el territorio. La política llevada a cabo en la cabecera de la cuenca del Tajo, donde el trasvase de aguas hacia el sureste español ha cronificado el deterioro ambiental de todo el eje principal del Tajo y ha comprometido el caudal ecológico, el desarrollo de los pueblos ribereños y la conservación de los espacios protegidos de la Red Natura 2000. Más de la mitad de las aguas superficiales y subterráneas de la cuenca del Duero presentan graves problemas de contaminación por nitratos; en la cuenca del Ebro, con 167 embalses de regulación y 2.455 presas, azudes y diques, se imposibilita el cumplimiento del régimen de caudales ecológicos y la llegada de sedimentos al mar y, en cambio, se apuesta masivamente por nuevos regadíos; mientras la nefasta gestión de las aguas subterráneas en la cuenca del Guadiana sobreexplota 11 de las 20 masas de agua subterráneas de toda la cuenca y afecta al estado de conservación de al menos 42 espacios de la Red Natura 2000 y cuatro humedales Ramsar de Importancia Internacional. Por otro lado la cuenca del Segura, receptora del trasvase del Tajo, sufre una política agraria expansiva e intensiva en el Campo de Cartagena que ha sobredimensionado el sector y provocado un descontrol sin precedentes en el uso excesivo de agua y fertilizantes.