El empeño por sobrevivir sigue en pie en la Escuela de FP Virgen del Buen Suceso

La Escuela de Formación Profesional Virgen del Buen Suceso de La Robla vive la peor situación en sus más de 50 años de historia al no estar garantizada la viabilidad del centro educativo. La plataforma creada por profesores, padres y alumnos para la supervivencia del centro educativo asegura que seguirá luchando por la supervivencia del centro, que se ha visto arrastrado por el concurso de acreedores de la Fundación Hullera Vasco Leones.

Según los miembros de la paltaforma el centro siempre ha cumplido con todas sus obligaciones y «jamás ha estado en números rojos». Sin embargo, ha sido el principal perjudicado de la situación que se ha generado desde que la fundación entrara en concurso voluntario el pasado mes de marzo, «recayendo los embargos y la deuda de la FHVL sobre el propio centro».  

Tras la primera fase del concurso, que es la fase común que terminó en junio, la fundación entró en liquidación el pasado 16 de septiembre, una decisión adoptada por el juez, que declaró la liquidación porque el patronato de FHVL no presenta convenio de negociación con los acreedores, como lo marca la ley concursal.  

En el centro se mantiene la actividad porque por encima de los patronos está el protectorado de fundaciones y es la administración concursal la que administra a la escuela y la FHVL.  

Sin dinero  

La plataforma explica que tanto la administración concursal como el juez de lo Mercantil velan porque la escuela no se vea dañada «puesto que por el momento nadie ha puesto el dinero contante y sonante sobre la mesa para salvar la escuela» y comentan que «a efectos económicos y de concursos y liquidaciones la situación parece ser no ha cambiado mucho respecto hace dos años, antes administraban y dirigían los hermanos Del Valle y ahora son los administradores concursales bajo la vigilancia del juez. Sin embargo, a efectos docentes esta situación «debe terminar ya y resolverse a favor de quien de verdad ofrezca un futuro de continuidad seguro a la escuela porque por estar en esta situación de liquidación no se pueden dar cursos por la tarde como centro integrado que es y tampoco participar en todas las líneas subvencionables en la que esta escuela siempre participó con un éxito rotundo».  

Entre cerrar y no cerrar, la administración concursal está luchando junto con los trabajadores del centro y la plataforma creada para salvar la escuela con el fin de que «llegue a este centro de excelencia educativa y de referencia nacional una entidad que apueste de verdad y seriamente por la continuidad con este proyecto educativo que lleva en pie formando a los mejores profesionales dese hace más de medio siglo. Quien quiera la escuela tiene que traer dinero, terminar con toda esta situación y comprometerse con un proyecto educativo serio y de futuro».  

La plataforma en defensa de la Escuela reconoce el acercamiento de posturas con la administración concursal y asegura que «confiamos en los administradores concursales y en el juez; nosotros no sabemos de temas jurídicos ni concursales y bastante nos ha tocado ya pelear por salvar esta magnífica escuela, que llevamos durante tres años largos ya esta pelea». Además desde la plataforma quieren reiterar que saben que hay «buena fe» para salvar este centro educativo y que se está poniendo todo para que «llegue a buen puerto. Sin embargo, aseguran que «tampoco nos podemos quedar parados porque hay que conseguir la solución definitiva para la supervivencia de este centro educativo y el futuro para los jóvenes de la comarca».