Enemigos en el coso, vecinos en el Melgar
El campamento astur romano abre sus puertas como primer acto del grueso del programa.
Ya no hay vuelta atrás. Astorga será hasta el domingo Astúrica Augusta. Los móviles y la tecnología vuelven a confundirse con la mirada al pasado que esconden las pieles y las túnicas de Astures y Romanos, que ya han dado rienda suelta a una nueva edición de la fiesta de recreación histórica. Un evento que ayer dio el pistoletazo de salida con la apertura del campamento en El Melgar, donde los habitantes del imperio y los antiguos moradores comparten espacio. La enemistad y rivalidad llegará en el circo y en las batallas mientras, en el parque, serán vecinos.
En esta ocasión a orillas de la muralla se han habilitado 44 casetas —19 pallozas para las tribus astures y 25 tiendas romanas— que en estos días pasados los participantes en la fiesta han ido montando como preludio a la cita con su historia.
El campamento cobró así vida de nuevo. La apertura oficial del recinto dio paso al concurso de rana y morrillo, seguido del protagonismo de las Vestales y del pacto de Hospitalidad. El buen ambiente ya podía respirarse ayer por la tarde, donde astures y romanos de todas las edades se confundían entre los curiosos y turistas que se acercaron a conocer la pequeña ‘ciudad’ de esta fiesta.