Los ensayos con materias activas, «cruciales» para el cultivo

Ante las cifras de esta campaña con 800.000 kilos de flor, que son mucho peores que la cosecha de 2019 con una producción de 830.000 kilos de flor (marcada por el brote del oídio), para la pervivencia de este cultivo en la provincia —que básicamente es el 95% que se produce a nivel nacional— uno de los factores principales es continuar con los ensayos de materias activas para hacer frente a las enfermedades criptogámicas de las plantas.

Para ello, desde Lúpulos de León siguen haciendo un importante esfuerzo económico, con el apoyo de Hopsteiner, para hacer ensayos para luchar contra el oídio y el mildiu. «Necesitamos seguir haciendo ensayos con materias primas para que el ministerio las aprueba y así poder seguir cultivando lúpulo que dé una buena producción», señala Alberto Martínez, que lamenta que «tenemos que preocuparnos nosotros porque las casas comerciales, al ser un cultivo minoritario, no se molestan porque saben que los ensayos no les van a salir rentables para lo que luego van a vender».

Con ello, espera que al menos se pueda contribuir a garantizar mejores cosechas de lúpulo; dado que contras las condiciones climáticas, como el granizo de 2018, es difícil poner soluciones.