Diario de León

José Ángel Hevia

«Ya es hora de disfrutar de la música de manera colectiva»

José Ángel Hevia. DL

José Ángel Hevia. DL

León

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El internacional gaitero asturiano ofrece mañana a las 22.30 horas un concierto en el patio del Museo de la Industria Harinera de Castilla y León (Mihacale), de Gordoncillo. Recién llegado de Francia, se acerca hasta el sur de la provincia de León. Cultura con mayúsculas, cultura segura.

—La pandemia ha obligado al mundo de la música a experimentar nuevos formatos. ¿Qué se va a encontrar el público en Gordoncillo?

—Un formato que venimos haciendo hace años, desde antes de la pandemia. Es un trío con un pianista con piano clásico de cola, está mi hermana con las percusiones y estoy yo con las gaitas y las flautas. Sí es verdad que estoy trabajando un nuevo formato de concierto que llamo ‘post-demia’, pero aún no lo hemos estrenado.

—En cuanto al repertorio...

—Hacemos un repaso a mi discografía, pero también tocamos temas que nunca han sido publicados en discos. Incluso hacemos algún guiño a la música que hacían los gaiteros en Hispanoamérica en épocas pasadas.

—¿Cómo vivió el confinamiento? ¿Fue un momento creativo?

—Primero tuve unas semanas de shock que coincidieron con el confinamiento duro. Me costó arrancar, pero después vino una explosión de creatividad en la que todavía estoy inmerso.

Reflexión
«En España las medidas de seguridad en los conciertos están muy por encima de Francia

—Después de un 2020 en blanco en cuanto a conciertos, ¿cómo va yendo este año?

—Bueno... yo acabo de llegar de Francia de tocar allí, tengo algunos conciertos por España no como un año normal, y me voy a Italia el 1 de septiembre, un territorio natural para mi carrera al que le tengo muchísimo cariño. Tenemos la esperanza de que saldremos de esto. De Francia puedo decir que me ha sorprendido muchísimo. Yo he visto que el pueblo francés responde con ese espíritu de tradición democrática que tiene. Por una parte está el gobernante que impone una serie de medidas y, por otra, está la propia responsabilidad del pueblo que dice ‘hasta aquí sí y hasta aquí no’. Estamos con las noticias de que en Francia es obligatorio el pasaporte Covid en todos los bares y restaurantes, en todos los conciertos y todo tipo de eventos y luego te encuentras un país en el que la laxitud en estas medidas es total. Hay una relajación de las medidas que sorprende muchísimo. Por eso en España donde la gente está actuando con muchísima responsabilidad, sin embargo creo que también podemos protestar un poco por esas medidas tan restrictivas en ámbitos como el de los conciertos. Creo que en España se están llevando ejemplarmente sin ningún problema para la salud y para la seguridad de las personas que asisten.

—El mundo de la música ha sido uno de los más afectados por la pandemia y también olvidados por los gobiernos. ¿Qué les pediría?

—Que nos criminalicen como unos apestados al sector de la cultura y que nos dejen trabajar. Con eso a mi ya me conceden bastante. No pido más. A veces las medidas sanitarias resultan mera impostación, mera justificación del gobernante de decir ‘estamos haciendo algo’. Tengo que decir que los conciertos que yo he realizado en España han sido a nivel de organización exquisitos, con toda la seguridad, y muy muy por encima de lo que he observado en Francia.

—Es casi una acción de valentía que un artista de talla internacional se atreva a ir a un pueblo de apenas 500 habitantes.

—Esta organización exquisita de los conciertos permite descentralizar y que la cultura no esté solo en las grandes ciudades. Hay espacios como el de Gordoncillo que merecen la pena ser disfrutados sobre en fechas de verano donde se dan las circunstancias adecuadas. Además este tipo de música que yo hago que proviene de la música tradicional no olvidemos que tiene un origen rural y estar en un ambiente rural es parte de su entorno natural.

—¿Cómo animaría a la gente a que se acercase mañana a disfrutar de su concierto?

—Lo primero insistir en la seguridad. Lo segundo que creo que ya es hora de disfrutar de la música y hacerlo de una manera colectiva, siempre con el fantasma de la pandemia. Pero tenemos que empezar a vivir. Si es otro orden nuevo, tendremos que empezar a adaptarnos. Y a Gordoncillo vamos con esa ilusión de que el público disfrute con una hora y veinte de concierto en el que lo damos todo.

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