La estrategia forestal fomenta la biomasa, la ganadería extensiva y el turismo en el monte

El Gobierno trabaja en la nueva Estrategia Forestal Española para hacer frente a la amenaza cada vez mayor que sobrevuela sobre las zonas verdes como consecuencia no sólo del cambio climático si no también del impacto socioeconómico que provoca «un abandono progresivo» que queda patente en los incendios forestales, que se han convertido en una de las principales amenazas de las masas forestales.

La provincia de León cuenta con más de un millón de hectáreas de superficie forestal, de las que más de la mitad son arboladas, lo que la convierte en un bastión del entorno verde a nivel autonómico y nacional.

El borrador de la estrategia —que tendrán alcance hasta 2050—que ya maneja el Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico hace hincapié en la necesidad de aprovechar recursos como la ganadería extensiva y la trashumancia así como el uso turístico de los montes para ayudar a la conservación de estos parajes y la biomasa, considerada ésta última como energía renovable que «en España está por debajo de sus posibilidades, existiendo margen de ampliación de este aprovechamiento», teniendo en cuenta que ahora existe una alta demanda de este recursos y en los montes se incrementa el volumen maderable, además de formaciones arbustivas que podrían gestionarse mediante su valorización energética, reduciendo las quemas.

La planificación y gestión forestal «tiene ante sí el resto de atender e incorporar la creciente demanda de los usos recreativos de los ecosistemas forestales y en general de la actividad turística», porque tal y como considera el borrador, «recibe una valoración social positiva por su interacción con los objetivos del desarrollo rural y el reto demográfico». Es decir, aprovechar de forma sostenible y respetuosa los medios turísticos que ofrece la naturaleza ayuda a fijar población en el medio rural y a generar riqueza. «El fomento del turismo en las comarcas forestales debe integrarse por tanto en el marco general del desarrollo rural, como un importante instrumento para la revitalización del medio rural», señala el documento, haciendo incidiendo en que estas actividades puedes ser «recreativas, de esparcimiento y deportivas, o de interpretación y conocimiento de la naturaleza».

Para ello, el Gobierno considera que el desarrollo turístico debe apoyarse en una mejor protección de los ecosistemas forestales «mediante su gestión y mantenimiento, ya que el paisaje forestal es fundamental para asegurar el atractivo turístico».

Junto con los ingresos que genera el turismo, la Estrategia Forestal Española señala el potencial y la necesidad del aprovechamiento de los recursos silvopastorales, sobre todo en los montes públicos porque «proporciona beneficios que favorecen el desarrollo sostenible del medio rural y además procuran beneficios ambientales considerables ya que el mantenimiento de pastizales contribuye a la conservación de la biodiversidad y al mantenimiento de paisajes en mosaico».

«La ganadería extensiva es la base de una actividad económica imprescindible en el medio rural, que fija población estable durante todo el año», remarca el borrador de la estrategia hasta 2050, para incidir en que utilizan razas autóctonas y «favorece la movilidad del ganado y el bienestar del animal, generando productos ecológicos de calidad a la industria agroalimentaria», para añadir que la sostenibilidad y multifuncionalidad de los ecosistemas forestales «requiere mantener los usos tradicionales de la tierra compatibles con la conservación y mejora de la biodiversidad, mediante la combinación armónica del pastoreo de ganadería extensiva en el monte, facilitando el acceso del ganado, con una silvopascicultura adaptada a los sistemas de manejo de la ganadería extensiva y que propicie su uso racional, sostenible y responsable».