Fe en el taconeo del San Sebastián
Laguna de Negrillos recuperó ayer uno de sus eventos más característicos, la procesión del centurión romano que claudica ante los vecinos y se rinde para reconocer su fe cristiana
El san Sebastián se burla de la fe católica para acabar abrazándola al cierre de la proceisón. MIGUEL
La tradición volvió ayer a taconear Laguna de Negrillos con la celebración, tras dos años de espera, de la procesión del Corpus Christi, declarada de Interés
Turístico Provincial y Regional, y que tiene en el recorrido del San Sebastián su momento cumbre. Como mandan los cánones, la mayordoma de la Cofradía del Señor, Pilar González Martínez acercó la careta a Paco Peláez, el joven que encarnó al personaje que recrea a un centurión romano que niega su fe cristiana. Viste con traje militar, lanza en la mano derecha y espada en ristre en la izquierda. El mantón decorado con motivos florales cruza su pecho y el gorro con sus iniciales encumbra la hierática careta que solo se quita al reconocer su fe. Los zapatos, fuertes, se encargan de soportar el taconeo lento y firme del personaje ancestral,
Ante de comenzar el cortejo se cedió la imposición de la lanza de San Sebastián a Alberto Rodríguez Santos, párroco, como agradecimiento de sus años de servicio a la Parroquia de Laguna de Negrillos. Partiendo de una iglesia abarrotada, recorrido el pasillo eclesial, el personaje ancestral realizó su procesión jalonado por los aplausos de los cientos de vecinos coreando su paso hasta la iglesia de Nuestra Señora del Arrabal, donde se celebró la eucaristía. Al terminar, la comitiva volvió, como marca la tradición, a la iglesia de partida. Y durante la procesión, el San Sebastián estuvo acompañado por los apóstoles y el grupo de danzas de la villa y una larga retahíla de imágenes.