Ferduero advierte de la crisis climática e hidrológica que sufre ahora el campo

La Asociación de Comunidades de Regantes de la Cuenca del Duero (Ferduero) celebró ayer una Asamblea General en la que se ha abordado el problema de la «grave sequía» en la que se encuentra inmersa la Comunidad, «tanto climática como hidrológica».

De igual forma, se han tratado los «principales problemas» que afectan a la agricultura de regadío en la actualidad, un sector que, «si ya estaba fuertemente penalizado por el inasumible incremento de los costes de producción (energía, combustibles, fertilizantes, etc.), se ha visto más afectado por la sequía», según la asociación, que presiden Ángel González Quintanilla..

En lo que al tema de la sequía se refiere, las Comunidades de Regantes de la Cuenca han demandado de la presidenta de la Confederación Hidrográfica del Duero una «mayor sensibilidad, acercamiento y comprensión» hacia los «problemas de los regantes y una mayor agilidad en su solución», porque existen varios Sistemas de Explotación en la Cuenca que están «muy lejos de poder satisfacer las demandas de sus cultivos y muchos de ellos se encuentran en situación de sequía prolongada».

Por ello, el órgano asociativo ha reiterado su petición de «volver a pedir que de manera urgente que se convoque la Mesa de la Sequía, ya que hay convocada una Junta de Gobierno de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) para el próximo miércoles 16 de marzo y el asunto no figura en el orden del día», con el objetivo de «empezar a dar pasos que culminen con la declaración de sequía y la promulgación del correspondiente decreto que ponga en manos de la Administración la posibilidad de adoptar una serie de medidas».

Entre dichas medidas, Ferduero ha destacado la «importancia» de acometer la reducción de caudales ecológicos «donde sea posible»; que la dotación establecida para cada Sistema de explotación se pueda aplicar a todos los usuarios de la misma «por igual»; poder establecer turnos en los sistemas que lo requieran; «hacer cumplir» la obligación legal de la instalación de los sistemas de medida para «poder controlar» los consumos de todos los usuarios; la aprobación de incentivos fiscales para las zonas que «no puedan cumplir sus objetivos de producción»; el respaldo legal para «poder utilizar pozos de sequía» al servicio de las comunidades y la aprobación de «obras de emergencia para poder paliar el problema y los que se puedan presentar en campañas futuras».

En relación con la gestión del riego, la asociación ha reconocido que se «está mejorando campaña a campaña» y prueba de ello es que de lo contrario «la zona se encontraría en una situación mucho más grave si en el año 2021 no se hubiese dejado en los embalses una reserva significativamente mayor que la aprobada por la Comisión de Desembalse, de ahí que se pida a la Confederación sentar con urgencia las bases para poder aplicar las medidas que demandamos».

Otro de los acuerdos que se han adoptado en la Asamblea General ha sido el apoyo a la manifestación del 20 de marzo en Madrid en ‘Defensa de la Agricultura, la Ganadería y el Mundo Rural’, entre cuyos convocantes se encuentran la Federación Nacional de Comunidades de Regantes (Fenacore) y las Organizaciones Profesionales Agrarias.

En este sentido, la asociación agrícola ha recordado su apoyo «decidido» a las movilizaciones, ya que los precios de los productos y su inestabilidad no «caminan acordes al incremento de los costes de producción», razón por la que «han animado» a las Comunidades de Regantes y a las personas que las integran a «participar en la Manifestación del 20M, poniendo medios para que los agricultores se puedan desplazar a Madrid».